bilbao - Mientras Caleb Ewan disfrutó de su segundo triunfo al vencer al esprint en Novi Ligure, en la tierra que vio crecer a Fausto Coppi -el ciclista entre ciclistas para los italianos, el chiquillo que repartía pedidos de una charcutería en bicicleta-, el Giro corre y salta de pura alegría como un niño con zapatos nuevos a la espera de la montaña. Como si la carrera italiana que ha sido no hubiera existido, Mikel Landa sonríe pensando en Montoso (8,70 kms con un desnivel medio del 9,63 %), donde la Corsa rosa toma hoy altura. Será a 32 kilómetros de Pinerolo, la meta. “Viene mi terreno”, dice el alavés, que ha gastado demasiado tiempo hasta ahora entre la pinza de las cronos y las etapas largas. Masticada la pérdida, Landa solo mira al frente, al primer puerto de primera, donde para muchos arranca el Giro de verdad. Ante ese escenario, a la espera de las cumbres que soportan la heráldica de la carrera, un piedra de palabras, lanzada con toda la intención por Stef Clement, golpeó de lleno en la credibilidad de Primoz Roglic, el hombre fuerte de la carrera, aunque Valerio Conti esté pintado de rosa.

En el ciclismo, en continua sospecha por eso de su negro historial, tan apegado a la trampa, a los atajos y al dopaje, asunto que nunca descansa, siempre presente, hasta las palabras parecen perversas y los pensamientos contienen la duda como principal argumento. A Roglic le puso en la diana su excompañero de equipo, que cargó con todo. Sin ambages. Apareció en escena el holandés señalando al esloveno, diciendo sin decir, dejando caer que es un tramposo, que lo suyo es imposible. Pertenece el relato al corazón mismo del ciclismo. Clement fue excompañero de Roglic, el dorsal poderoso del Giro, el mejor entre los favoritos que quieren conquistarlo en Verona. El exciclista, que fue profesional durante catorce años, perteneció los dos últimos cursos al Lotto-Jumbo, el Jumbo-Visma de la actualidad. Colgó la bicicleta un año atrás. Entonces, cerró la puerta y se fue en silencio. Sin nada que decir después de contribuir al triunfo del esloveno en el Tour de Romandía de 2018. Roglic repitió victoria en la carrera suiza, que empleó para afilarse de cara al Giro de Italia, que domina en la antesala de la montaña.

Clement no se cree a este Roglic o eso es lo que trasladó a la radio NPO en declaraciones de las que se hizo eco Ciclo 21. “Simon Yates y Vincenzo Nibali son corredores que ya han ganado grandes vueltas y ya están a varios minutos en la general. ¿Qué están haciendo mal? ¿Por qué nadie puede seguirle? Me sorprende que todavía sea posible ser tan superior. Todo el pelotón parece saber lo mismo y los marginal gains (término introducido por el Sky en su tiempo) no dan para construir diferencias de varios minutos”, lanzó Clement. El neerlandés también puso en duda la progresión del esloveno desde que este aterrizara en el ciclismo procedente de los saltos de esquí, especialidad deportiva que abandonó tras sufrir una espeluznante caída. Roglic fue campeón del mundo junior de la modalidad. Ese tránsito no convence al exprofesional. “En cinco años se ha transformado de saltador de esquí en gran favorito a ganar las grandes vueltas por etapas”, expuso. “Cada carrera en la que Roglic en la que ha tomado la salida este año la ha cerrado con victoria. Eso no son pasos normales. Son auténticos saltos”, expuso el excompañero de escuadra sobre sus triunfos en lo que va de campaña. El esloveno venció el Tour de Emiratos, la Tirreno-Adriático y el Tour de Romandía antes de recalar en el Giro, donde se está mostrando muy fuerte.

En la carga contra Roglic, en la que Clement aporta un testimonio durísimo pero no muestra ninguna prueba, sugiere que el equipo al que pertenece dispone de algún comodín o que no es tratado, al menos, como otras escuadras del pelotón. De hecho, en su reflexión pone el foco sobre el Emirates, Astana o Katusha. “Si este chico corriera para equipos como Emirates, Astana o Katusha, todos tendríamos otro punto de vista sobre él. Sobre lo que puede hacer un equipo dirigido por un tipo como Vinokourov, siempre pienso que hay algo que no encaja”, deslizó el neerlandés. No contento con ello, el exciclista dirige el dedo al mánager del Jumbo, equipo que lidera Roglic y en el que él compitió durante dos campañas: “Correr para el equipo de Richard Plugge no te garantiza que todo se haga a base de pasta y huevos”. En esa misma línea, la de sombrear a la formación neerlandesa, Clement trae a colación a su antiguo compañero en el IAM, Jarlinson Pantano, que recientemente dio positivo por EPO. “Mi antiguo compañero de equipo Jarlinson Pantano ha pitado en Trek, un equipo que no despierta dudas”.

“no es anormal lo que hace” Después de las graves acusaciones vertidas por Stef Clement, Addy Engels, director del Jumbo, respondió en Eurosport. “Hacemos todo lo posible para facilitar a nuestros corredores lo mejor. Somos líderes en innovación, entrenamiento, nutrición, capacitación y material. Tenemos una política antidopaje muy estricta. De esta manera evitamos que los corredores hagan cosas que no están permitidas”. Asimismo, el patrón del equipo defendió a Roglic asegurando que el rendimiento del esloveno no tiene mácula. “No es anormal lo que hace” y criticó la sombra de sospecha sembrada por su expupilo. “Sabe cómo funciona el equipo y podía haber dicho esto que yo indico. Es una tormenta en un vaso de agua y es bastante molesto, ya que se puede malentender (el mensaje)”, expuso Engels tras la pedrada de Clement a Roglic.