LOINTEK GERNIKA BIZKAIA: Moore (17), Silva (0), Bjorklund (15), Roundtree (9), Buch (8) -cinco inicial- Arrojo (6), Alberdi (0), Ginzo (4), Brcaninovic (0), Ariztimuño (4).

MOVISTAR ESTUDIANTES: Ortiz (6), Fingall (6), Quevedo (15), Gretter (3), Carter (11) -cinco inicial- Espín (0), Diallo (6), Conde (4), Knight (6), De Santiago (0).

Parciales: 22-17, 33-29 (descanso), 46-42 y 63-57.

Árbitros: García León, García Crespo y Rijo. Sin eliminadas.

El Lointek Gernika Bizkaia sacó fuerzas de flaqueza para lograr una victoria que necesitaba en un momento del calendario muy exigente, complicado aún más por las lesiones y las enfermedades. Ayer fue Roselis Silva la que apenas pudo jugar diez minutos. Hacerse fuerte en Maloste es clave para no quedarse descolgado de los puestos altos, en esa igualdad existente por debajo del Avenida y el Valencia, y el conjunto gernikarra volvió a cumplir con esa premisa en un duelo en el que tanto las jugadoras de Mario López como las del Movistar Estudiantes acusaron la acumulación de esfuerzos de estas semanas. Normalmente, los dos quieren proponer ritmos altos, pero ayer les costó generar ventajas claras y el partido se desarrolló casi siempre en ataques más elaborados y con porcentajes de tiro más bajos de lo normal.

Después de que los locales arrancaran el duelo con cinco puntos consecutivos de Angie Bjorklund, el Estudiantes se puso por delante (9-11) con un parcial de 0-6, pese a que se había metido pronto en cuatro faltas. El duelo fue un intercambio de aciertos y errores y si el Lointek Gernika se escapó con un 28-21, las madrileñas reaccionaron con seis puntos consecutivos de Arica Carter. Sujetar a la estadounidense y a Laura Quevedo era clave para detener el caudal ofensivo del equipo de Alberto Ortego. Sin embargo, el Estudiantes también jugaba sus bazas y así ningún equipo lograba abrir una brecha importante.

Amagaron las visitantes con escaparse en el inicio del tercer cuarto con un parcial de 2-13. Eran los peores minutos del Lointek Gernika, al que parecían pesarle las piernas y no encontraba la manera de fabricar buenas opciones de lanzamiento. Un tiempo del técnico local provocó la reacción inmediata de su equipo, mucho más agresivo en defensa para provocar los errores del Estudiantes que, en varios ataques, se quedó sin tirar a canasta. Ahora era el conjunto colegial el que sufría los rigores de la exigencia física mientras que las gernikarras, con Rosó Buch al mando, encontraron el ritmo que les gusta para firmar en cinco minutos un parcial de 14-0 que les dio mucha tranquilidad.

Tinara Moore, buscada y encontrada cerca del aro en este tramo, puso el 54-44, ampliado tras una técnica al banquillo visitante (55-44) a seis minutos del final. Lo más difícil ya estaba hecho, aunque una racha de Quevedo, que anotó ocho puntos en menos de tres minutos, y los errores de las vizcainas ante las defensas alternativas dieron algo de emoción a la parte final, que pudo ser mayor si Mariona Ortiz hubiera metido un triple desde la esquina para poner a su equipo a un punto. Los tiros libres de Moore amarraron la victoria del Lointek Gernika Bizkaia, que puso oficio y determinación donde no llegaba la frescura.

“Es muy importante la victoria, tiene doble valor porque ha sido contra un buen equipo que va a volver a estar en posiciones altas”, valoró Mario López tras el esfuerzo de su equipo, que está “muy castigado y apenas hemos podido utilizar siete jugadoras”. En su análisis, el técnico gernikarra habló de un partido “muy igualado hasta el descanso, con buenos minutos nuestros, pero otros de desconexión, de malas selecciones. Tras el descanso, se han puesto seis arriba, pero tras el tiempo muerto hemos cogido el control del partido, aunque al final hemos sufrido, pero sabíamos que iba a ser así”.