Luka Doncic tenía una misión y toda la presión encima de sus hombros. En cuanto concluyó su presencia en los play-off de la NBA con los Dallas Mavericks, no dudó en alistarse con su selección para disputar el Preolímpico de Lituania, pese a las reticencias de su franquicia. Él era la esperanza de todo un país para llegar a los Juegos de Tokio porque sencillamente sin él habría sido imposible, como quedó claro cuando el equipo balcánico se quedó fuera de la Copa del Mundo de 2019 porque no superó las ventanas de clasificación.

Ayer domingo, en un abarrotado Zalgirio Arena de Kaunas, Doncic se hizo cargo del asunto y con una actuación propia de lo que es, uno de los mejores jugadores del mundo, cumplió con su tarea e impulsó a Eslovenia a la primera participación olímpica de su historia. En contraste, Lituania se queda fuera de los Juegos por primera vez desde 1992 cuando logró la independencia de la Unión Soviética. Los eslovenos caerán, además, en el grupo de España que completan Argentina y Japón, con lo que el morbo está asegurado para la cita que comenzará dentro de veinte días.

Eslovenia se impuso por 85-96 y Luka Doncic logró 31 puntos, 13 asistencias y 11 rebotes para un 42 de valoración. Un partido enorme en un momento histórico que supone el segundo gran logro para el baloncesto del pequeño país balcánico tras el Eurobasket que logró en 2017. Entonces, Doncic compartía el liderazgo con Goran Dragic, ahora es el que propone y dispone en una selección que ha nacionalizado para la ocasión a Mike Tobey, el pívot estadounidense del Valencia Basket, y que ha sabido ordenar la atención que genera la estrella de los Mavericks para que los demás puedan enseñar sus virtudes. Así, Eslovenia ha promediado 106 puntos en esta semana y Doncic sale con 21 puntos, 11 asistencias y 8 rebotes en 25 minutos de dominio absoluto de todo lo que ocurrió en cancha.

Batacazo de los anfitriones

Ninguno de los cuatro anfitriones aprovechó la oportunidad de llegar a los Juegos, de hecho Canadá y Croacia ni siquiera llegaron a las finales decisivas, y el tamaño de la hazaña de Eslovenia aumenta porque va a ser la única selección de la antigua Yugoslavia en la cita de Tokio. En Belgrado, una Italia atípica, pero con carácter y mucho acierto, protagonizó la gran sorpresa de estos torneos al eliminar (95-102) a Serbia, que estaba llamada a dominar en Europa con una gran generación de jugadores, pero se pegó un batacazo considerable que se suma a su pobre actuación en la última Copa del Mundo. El exbaskonista Achille Polonara lideró a la azzurra, que no estaba en los Juegos desde 2004, con uno de los mejores partidos de su carrera: 22 puntos, 12 rebotes y 6 triples. También brilló Nico Mannion, jugador de los Golden State Warriors, con 25 puntos. La defensa italiana anuló a Micic y Teodosic y el mejor de los serbios acabó siendo el ex del Bilbao Basket Danilo Andjusic, con 27 puntos y 7 triples.

En Split, también hubo sorpresa ya que Alemania, con 28 puntos del NBA Moritz Wagner, se impuso a Brasil (75-64) y dejó sin su último baile olímpico a veteranazos como Marcelinho Huertas, Anderson Varejao o Alex Garcia. Los germanos, por su parte, regresan a los Juegos trece años después y eso que no pudieron contar con Denis Schroder, el base de los Lakers.

Por último, en la sede de Victoria, Grecia, con muchas caras nuevas y Rick Pitino en el banquillo, y la sorprendente de nuevo República Checa, con protagonismo del ex del Bilbao Basket Ondrej Balvin para eliminar a Canadá, se jugaban en la madrugada de ayer la última plaza para Tokio. Desde luego, los Preolímpicos han resultado más imprevisibles, incluso, de lo que se esperaba a estas alturas del calendario y abren muchas opciones por debajo de los intocables Estados Unidos, que esta vez no se van a confiar.