BARCELONA B: Marcos (16), Badio (18), Caicedo (14), Saintel (16), Badji (6) -cinco inicial-, Font (6), Beraza (9), Tendero (0), Cuevas (2), Bonilla (2), Nnaji (4) y Carreño (5).

ZORNOTZA: Cabrera (12), Estalayo (2), Sainz de la Maza (11), Salazar (7), Rodríguez (9) -cinco inicial-, Robinson (5), Aldekoa (5), Mendia (0), García (4) y Orlov (14).

Parciales: 27-15, 47-37 (descanso), 74-49 y 98-69.

Árbitros: Ibáñez y Adán. Sin eliminados.

Incidencias: Unos cien espectadores en la Ciudad Deportiva Joan Gamper.

El sueño del Zornotza murió en la orilla una vez más. Esta vez lo hizo convirtiéndose en una pesadilla. El filial del Barcelona, con varios jugadores ya con minutos en la ACB, separó al conjunto vizcaino de la LEB Oro. El último obstáculo se convirtió en toda una muralla. Los catalanes fueron claramente superiores y en el partido de vuelta todo su potencial estalló para dejar sin esperanzas a los zornotzarras. La renta de doce puntos no estuvo en discusión en ningún momento y golpe a golpe, los blaugranas acabaron con toda esperanza del Zornotza, que al final se despidió con una dolorosa derrota por 98-69. Este duro golpe no empaña la buena temporada del equipo de Amorebieta. Una vez más superó todas las expectativas y pese a no estar entre los favoritos, consiguió dejar atrás a todos sus rivales y solo un gran filial culé le dejó sin el ascenso.

El Barça B sacó a relucir todas sus armas y la defensa vizcaina fue como una manta demasiado corta, cada amenaza contrarrestada, era respondida con un golpe desde otra posición. Uno de los objetivos del Zornotza era colapsar la pintura y cerrar el sustento de los interiores catalanes, muy superiores en las inmediaciones del aro. Pero con la defensa cerrada, los catalanes contestaron con los triples y cuando los hombres dirigidos por Mikel Garitaonandia consiguieron frenar la lluvia de lanzamientos de tres puntos, las penetraciones de los exteriores blaugranas fueron otro castigo más. El equipo local fue muy superior para los vizcainos. Sus individuales penalizaron cada error del Zornotza y eso unido a un gran porcentaje desembocó en el abultado resultado final.

Ante este buen juego en ataque del Barcelona, el Zornotza se vio obligado a rozar el sobresaliente en todas las acciones ofensivas. No repetir los errores era algo fundamental y dar otro paso más necesario para intentar derrotar a un rival con muchas armas. Es cierto que los jugadores zornotzarras se mostraron mucho más agresivos de cara al aro y consiguieron romper la agresiva defensa catalana en demasiadas ocasiones, pero esto también se tradujo en pérdidas que permitieron a su rival correr, uno de los escenarios donde más cómodo se siente. Además, los porcentajes siguieron sin mejorar, sobre todo desde la larga distancia. El Zornotza solo anotó cinco triples y un par de ellos ya con el partido sentenciado.

Sin distracciones

Los doce puntos de desventaja de la ida obligaron a los vizcainos a comenzar con fuerza para entrar en la eliminatoria, pero el Barcelona no quiso sustos e impuso su ritmo desde los primeros minutos. Su acierto desde la línea de tres puntos dinamitó el partido y el Zornotza solo impidió que la ventaja no fuera mayor a base de destellos de calidad, que llegaron con poca frecuencia. La ventaja se fue hasta los catorce puntos, a los que hubo que añadir los doce de la ida, (27-13). Sin embargo, el conjunto de Amorebieta, como ha demostrado una y otra vez este curso, no tira la toalla fácilmente. Creyó hasta el final y con una mejora en las labores defensivas llegó a colocarse a siete puntos (37-30) poco antes del descanso.

Pero al Barcelona le quedó una marcha más y nada más salir del vestuario asestó un golpe letal al Zornotza. Un parcial de 10-3 (59-40) acabó con las esperanzas de los zornotzarras. Los intentos de reacción llegaron a base de corazón, pero el juego y las piernas no acompañaron. Los catalanes olieron la sangre y no tuvieron piedad de sus rivales. Con la defensa debilitada, los puntos llegaron sin parar y al final el marcador reflejó una dura derrota que no empaña la gran temporada del Zornotza.