- El Bilbao Basket cumplió ayer su tercer día de entrenamientos tras el regreso a la actividad en el Polideportivo de Abusu-La Peña sin contratiempos más allá de la necesidad de adaptarse a unas nuevas rutinas de trabajo. Roberto Molina, preparador físico de los hombres de negro, es pieza clave ahora mismo y asume que su labor se ve dificultada por los estrictos protocolos que hay que seguir, con los jugadores llegando por turnos al pabellón y distanciados a la hora de llevar a cabo los ejercicios, pero “si valoramos de donde venimos es positivo estar de vuelta a las canchas. Los jugadores estaban con muchas ganas”.

La plantilla está llevando a cabo un trabajo “progresivo” y muy controlado para evitar disgustos. Durante los dos meses de confinamiento, los jugadores trabajaron casi cada día conectados de forma telemática y siguiendo las pautas marcadas por Molina y gracias “al esfuerzo del club de proveerles de todo el material necesario” y ahora se trata “de vigilar y comprobar cómo van reaccionando sus cuerpos con cargas muy bajas y poco a poco incrementaremos la intensidad”. Los distintos análisis han determinado que los hombres de negro están bien de salud desde el punto de vista del coronavirus y, por lo demás, “no han cogido peso, aunque sí han perdido masa muscular, algo que es inevitable”.

“Sus índices de fatiga y su respuesta cardiovascular son menores que los que mostraban antes de quedar recluidos”, explica Roberto Molina sobre esta pretemporada que ha llegado en una época del curso en que los cuerpos de los deportistas suelen estar perfectamente rodados y apenas necesitan mantenimiento y cuidado. Para la próxima semana se mantendrán las sesiones individuales y específicas en tres diferentes estaciones para “la readaptación al esfuerzo, el regreso al juego y la recuperación del tono cardiovascular y muscular para poder meter más volumen” en las siguientes fases de la desescalada del baloncesto.