- La crisis surgida por el coronavirus covid-19 provocó la paralización completa del baloncesto a nivel estatal y la Federación Española de Baloncesto comunicó que aplazaba todas sus competiciones hasta la jornada del 28 de marzo, esta incluida. Los jugadores han vuelto a sus domicilios y los clubes han tenido que hacerse cargo de los desplazamientos de muchos de sus integrantes, bastantes de ellos extranjeros. Ante el desmantelamiento de las plantillas y la ausencia de garantías de que la competición pueda reanudarse con normalidad, todos los clubes de la LEB Plata, a excepción del Algeciras y los filiales Barcelona, Gran Canaria y Prat, firmaron un comunicado solicitando la suspensión inmediata de la competición.

El Zornotza es uno de los equipos que opina que la competición debería cancelarse y desde el club esperan una respuesta de la federación a principios de la semana que viene. "Los equipos se están desmantelando y no veíamos sentido que esto se prolongara más, retomar la competición para acabar a mediados de mayo es inviable", comenta Joxe Etxebarria. El presidente de la entidad zornotzarra piensa que "la liga se cancelará". Sin embargo, una vez dado este paso son muchas las variantes y solucionar la competición con un desenlace lo más justo posible es el siguiente problema. Faltan todavía nueve jornadas por jugarse y con el sistema de conferencias que divide la LEB Plata en dos, muchos equipos todavía no se han enfrentado entre ellos. "Creo que no debería haber ascensos ni descensos. Si bajan los seis últimos nosotros diremos que no es justo, porque no lo es. Pero si no hay ascensos ni descensos, el Murcia, que va primero y ha hecho un temporadón también puede decir que no es justo", opina Etxebarria. Algo que varios jugadores secundan, entre ellos Iker Salazar, del Juaristi ISB guipuzcoano: "Creo que lo mejor es que nadie suba ni baje, pero tampoco es algo justo. No creo que haya un medio justo para todo el mundo".

Esta situación perjudica a todas las partes, tanto a los clubes como a los propios jugadores. El Zornotza, al igual que hicieron prácticamente todos los equipos, dio libertad a sus integrantes para irse a sus domicilios y ahora está a la espera de qué ocurre para negociar las rescisiones de contrato. "Nuestros jugadores extranjeros se fueron por motu proprio, les dimos la libertad y ellos decidieron marcharse. Ahora, tendremos que sentarnos con los de casa. No habrá problema porque son gente que lleva muchos años en el club y sabe lo que cuesta sacar esto adelante. Las dos partes tendremos que ceder", cuenta Etxebarria, que asegura que este mes lo cobrarán entero.

Esta situación supone un importante palo económico también para los jugadores, ya que muchos de ellos depende de estos sueldos y al suspenderse todas las competiciones no tienen dónde ir a jugar. "Habría que hablar con los clubes y con la federación para a ver si se puede conseguir una solución para todo el mundo. Lo veo complicado porque si no juegas no trabajas y muchos clubes están ya de por sí apurados. Sin embargo, para la gente que tiene que pagar coches, hipotecas, el colegio de los hijos€ supone un agujero tremendo no ver ni un euro de los últimos tres meses", declara Salazar.

Asimismo, los equipos vizcainos de la Liga Femenina y la Liga Femenina-2 tomaron medidas similares que el Zornotza. El Lointek Gernika, el GDKO Ibaizabal y el Ausarta Barakaldo mandaron a sus jugadoras a sus respectivos lugares de origen y están a la espera de que la Federación Española de Baloncesto se pronuncie para saber si se reanuda la competición. Al igual que ocurrió en LEB Plata, casi todos los clubes de la Segunda División femenina mandaron un comunicado solicitando la suspensión de la liga.