bilbao- Puede decirse que Axel Bouteille (Roanne, 14-4-1995) es el jugador de moda en la Liga Endesa. Debutante este año, su gran rendimiento está llamando la atención y ha llevado muy alto al Bilbao Basket. El alero galo anota casi 18 puntos por partido con un 48,6% de acierto en triples, el mejor de la liga. En Francia ya lideró esta estadística, pero lo que destaca también es su calidad para decidir en los momentos complicados. "Me dejo llevar por el instinto", dice un jugador que en verano tendrá muchas novias.

Después de las veinte jornadas que se han disputado, ya no se puede considerar al Bilbao Basket ni a Axel Bouteille como sorpresas.

-Al principio de temporada, nuestra intención era mejorar poco a poco nuestro rendimiento para ver hasta dónde podíamos llegar. Pero creo que ya no somos una sorpresa porque salvo en un par de partidos hemos competido al máximo en todos los demás y muchos de ellos han sido muy ajustados. Pienso que estamos jugando un buen baloncesto y por eso estamos donde estamos.

Cuando le presentaron ante los medios en verano, comentó que se sentía preparado para jugar en la Liga Endesa. Pero, ¿esperaba el nivel que está dando?

-En realidad, no tenía expectativas sobre qué podía conseguir. No suelo pensar en eso, ni en qué números puedo hacer. Solo salgo a la cancha a jugar y a ver qué pasa. Sé que puedo anotar, siempre he tenido esa confianza, y pensaba que podía jugar bien, pero de verdad que no me preocupa cómo juego yo, sino que el equipo gane.

¿Siente que se ha ganado el respeto de los rivales con sus actuaciones?

-Sí, un poco sí. Ahora creo que están más pendientes de mí, que mis defensores están más cerca. Pero me parece que a todo el equipo le pasa igual.

¿Cuál es el secreto de este Bilbao Basket?

-Jugamos como un equipo, todo el mundo tiene claro lo que puede dar al equipo y los jugadores y el entrenador estamos en la misma página. Peleamos cada partido, los jugadores nos sentimos muy cómodos en la cancha y fuera de ella cuando estamos juntos. Seguimos el plan del entrenador y eso nos está llevando al éxito. Al final, todos tenemos claro qué es lo mejor para el equipo.

Pero a eso hay que sumarle talento.

-Claro, tenemos mucha calidad. Tenemos buenos tiradores, buenos reboteadores, buenos taponadores, gente con distintas habilidades. Además, somos capaces de hacer una buena defensa colectiva. Lógicamente, tenemos que ser capaz de demostrarlo en los partidos y lo estamos haciendo durante toda la temporada. Pero todavía no hemos acabado nuestro trabajo, quedan muchos partidos y podemos seguir mejorando.

En el primer partido, el Bilbao Basket ganó en Tenerife y usted metió 27 puntos. ¿Cuánta importancia tuvo a nivel colectivo e individual?

-Creo que mucha. Nunca sabes qué puede ocurrir en el primer partido en una liga nueva. Lo era para mí y también para el equipo y todo salió perfecto. Eso nos hizo ver que éramos capaces de ganar partidos en la ACB, que podíamos tener ese nivel para poder ganar incluso en canchas duras. Nos dio mucha confianza a nivel interno y lo demostramos en el partido siguiente al ganar al Valencia.

Imagino que no podían soñar con ganar cinco veces a los equipos de Euroliga.

-No, desde luego que no. Pero sabemos que en esta liga cualquier partido es complicado, para nosotros y también para ellos. Se trata de competir al máximo cada día, de poner el máximo esfuerzo para darte al menos la oportunidad de ganar incluso a esos rivales. Lo hemos logrado cinco veces y eso significa que tenemos calidad.

Tras un buen comienzo, llegaron tres derrotas seguidas y el partido en Burgos en el que el Bilbao Basket ganó y usted batió el récord histórico de anotación del club. ¿Este partido también fue clave?

-Fue una victoria muy importante porque nos devolvió al camino y después llegamos a seis triunfos seguidos. Ahí demostramos que también tenemos carácter. Para mí, fue un día importante, me sentí muy bien, con ganas de dar lo máximo en un día difícil. Al final, batí el récord de puntos que tenía Álex, jaja, y me hizo ilusión.

Para usted fue una especie de reivindicación definitiva, de mandar un mensaje al resto de la liga.

-Realmente, no me lo tomé así. No tenía ni idea de cuál era la mejor marca de puntos. Solo traté de jugar lo mejor posible, los tiros entraron y la consecuencia fue que ganamos y que yo hice ese récord.

Usted ya ha ganado la liga en Francia con el Chalon, ha jugado un par de temporadas en la Eurocup con el Limoges y ha sido internacional con Francia como joven y en la absoluta. ¿Pero siente que ahora está en el mejor momento de su carrera?

-Puede ser. Ganar la liga con el Chalon fue algo grande porque lo logré con el club en el que me formé como jugador. También jugamos la FIBA EuropeCup un par de años, llegamos a la semifinal y a la final. Con 20 años pude aprender lo que se siente y lo que hay que hacer cuando juegas grandes partidos en los que hay mucho en juego y todo está muy ajustado. Disputar la Eurocup fue subir otro nivel ya que pude medirme a grandes equipos. Todo eso me ha ayudado mucho en este salto a la ACB y puedo decir que esta es la mejor temporada de mi carrera, aunque se puede mejorar.

El otro día metió el tiro ganador en Valencia, también lo hizo en Murcia. Está claro que tomar esa responsabilidad no le asusta.

-No, de hecho me gusta. En esos momentos decisivos de los partidos quiero esa responsabilidad, sentir que la bola entra y que eso te da la victoria, jugamos para eso. Me dejo guiar por el instinto. Tengo confianza para hacer esos tiros, sin pensar en lo que puede ocurrir si metes o fallas, en cuál será la siguiente acción. Hay que estar concentrado para tratar de encontrar el mejor tiro posible. Lo he logrado dos veces esta temporada y la verdad es que es divertido.

En la cancha parece un tipo calmado. Quizás eso le ayude. ¿También lo es fuera de la cancha?

-Dentro de la cancha puedo transmitir tranquilidad, aunque en las citas importantes o en ciertos momentos pueden explotar mis sentimientos. Pero fuera de la cancha hago cosas normales y soy una persona agradable. Me gusta mucho Bilbao y en el tiempo libre aprovecho para dar paseos sin prisa y conocerla.

Su padre Franck fue profesional, su hermano pequeño Thèo también juega. ¿Son una ayuda para usted?

-Sí, sin duda. Cuando era pequeño solía acompañar a mi padre a los entrenamientos y a los partidos y siempre trataba de imitarle. Luego, mi hermano hacía lo mismo y el baloncesto ha sido algo natural para nosotros. Ahora hablamos mucho, mi padre me llamo después de cada partido para comentarlo. Mi hermano juega en la ProB, lo está haciendo bien, y también tenemos mucho trato. Los tres sabemos que lo que es ser jugador profesional y podemos cambiar experiencias que nos ayudan a crecer.

Después de la Copa, le toca afrontar las ventanas FIBA con su selección. En teoría, debe ser un jugador importante para Francia.

-Siempre es un honor y un placer, pero no sé cuál va a ser mi rol en el equipo. Tenemos que estar allí y tratar de que Francia tenga éxito

Faltarán, entre otros, jugadores de la NBA como Batum y Fournier. ¿Sueña con llegar donde han llegado ellos?

-Cualquier jugador quiere llegar al mejor nivel que pueda, sea la NBA o la Euroliga. Pero ahora mismo no pienso en eso. Solo me importa el Bilbao Basket y estar concentrado con mis entrenadores y mis compañeros.

¿Le gustaría quedarse en Bilbao si existiera alguna posibilidad?

-De verdad, es difícil decirlo. Estamos solo a mitad de la temporada y no quiero distraerme. Sí digo que estoy muy contento en Bilbao, me gusta la ciudad y me encanta jugar con mis compañeros con los que tengo una muy buena relación. Pero no se puede asegurar nada ahora mismo.

Conseguido el principal objetivo de la temporada, ¿qué más se puede esperar del Bilbao Basket?

-Como hemos hecho hasta ahora, tenemos que pensar solo en el siguiente partido. No podemos hablar de lo que va a pasar en tres semanas, o en dos meses, o si vamos a llegar al play-off o no. Pero tampoco podemos pensar que como tenemos doce victorias ha acabado nuestro trabajo y podemos relajarnos. Tenemos que seguir jugando al baloncesto como lo estamos haciendo desde el primer día.