Amorebieta - ¿Qué tal viven la situación clasificatoria en el equipo?

-Es una situación complicada y, sobre todo, nos afecta más de lo normal porque somos un equipo joven. Gestionar las situaciones complicadas es más difícil por la inexperiencia y lo estamos pagando. Pero también es verdad que la liga es así, si te despistas cualquiera te puede ganar. Tenemos que seguir trabajando, sabemos que queda mucha temporada y no podemos tirar la temporada por la borda solo por el mal inicio.

¿Pasar de una racha positiva a una negativa provoca que les afecte más?

-Todo afecta. El mirar que cada fin de semana estamos un poco más abajo anímicamente hace daño, por el tema de la inexperiencia y por estar en un bucle. No creo que empezamos tan bien, simplemente teníamos más ritmo y jugábamos más alegre, y al principio de la temporada a los equipos les falta rodaje. Aunque no hicimos una buena pretemporada por las bajas, las sensaciones cuando empezamos eran buenas y ahora hemos perdido un poco la alegría en nuestro juego, eso hace que nos esté costando remontar el vuelo.

¿Dónde cree que deben mejorar para dar un paso adelante?

-Lo primero es la actitud y la confianza. Estamos pasando un mal momento y hay veces que es complicado salir. En cuanto a juego, ese déficit de confianza nos hace fallar tiros que en otras ocasiones no fallaríamos y nos hace meternos un poco en un bucle. Luego tenemos que mejorar nuestro juego rápido y dinámico y, sobre todo, recuperar la defensa agresiva.

El apoyo de la afición en estos momentos es clave.

-Tenemos que darlo todo en la pista. Los aficionados nos han apoyado siempre y en los años de historia el Zornotza siempre ha sufrido momentos muy buenos y muy malos. Los que han demostrado que siempre están ahí son ellos y nosotros solo podemos darles las gracias porque a pesar de que no estamos haciéndolo todo lo bien que nos gustaría, están ahí cada fin de semana. Nunca nos han puesto un pero y no podemos pedirles más de lo que hace, simplemente está en nuestra mano darles lo que merecen.

¿En su caso personal cómo vive esta situación al haber estado en circunstancias similares en años anteriores?

-Creo que estoy siendo capaz de llevarlo de una manera diferente porque aunque siga teniendo 25 años, llevo tres temporadas viviendo situaciones como esta. Con el descenso del Bilbao Basket el día a día se hacía muy duro y al final aprendes a vivir con ello. En Canoe nuestro objetivo era no bajar y peleamos durante todo el año. Esas situaciones te hacen madurar y entender que en el deporte no todo son victorias como se cree la gente. Cuando estás sufriendo, cada victoria y cada esfuerzo vale mucho más. Aprendes que es importante el sacrificio y que no todo es un camino de rosas.

¿Cómo trata de transmitir lo aprendido en estos años?

-Hay que seguir empujando y animando. La gente dice que nos hacen falta dos o tres victorias, pero creo que solo nos hace falta una y luego ya intentaremos conseguir la segunda. Es verdad que estamos en un bucle complicado y es fácil que la gente esté tocada, pero hay que tratar de sacar una actitud positiva y tenemos que demostrar que tenemos capacidad para salir de esa situación. A partir de ahí empezar a jugar y olvidarnos de lo que ha pasado que ya no lo podemos evitar.

¿Qué tal está viviendo el retorno a casa a pesar de ser colista?

-El baloncesto, que hace unos años era mi profesión, poco a poco va pasando a ser un complemento. Estoy muy feliz de poder hacerlo en el club dónde estoy porque era mi prioridad volver a Zornotza y sabía que me iban a permitir compaginar eso con mi vida laboral. Estoy viviendo la situación idónea para mí. Estoy en el club que quiero estar, trabajo de lo que quiero trabajar y puedo estar con mi familia, mi novia y mis amigos.

Volvió como un jugador mucho más hecho.

-En ese sentido sabía que tenía que dar un paso adelante. Era consciente de que tenía capacidad para ello, pero las situaciones que se han dado en años anteriores no me han permitido demostrarlo y quizás se me ha encasillado como un jugador secundario. Estoy muy contento del papel y protagonismo que me da Mikel e intentó devolvérselo.

¿Dónde está la clave de su progresión?

-Mi característica principal ha sido trabajar. Las oportunidades que tuve en la ACB no me las regaló nadie. Sito Alonso vino a Bilbao y me dijo que si trabajaba lo que tenía que trabajar, jugaría. Me dio mi oportunidad y la aproveché. Sin embargo, las circunstancias de los años posteriores no fueron las mejores y hubo que dar un paso al lado. Ahora toca volver a casa con muchas ganas y la confianza recuperada.