bilbao - Los cuatro equipos de la Final Four darán los últimos toques a su preparación hoy en Bilbao mientras los aficionados aún trataban ayer de adquirir las entradas para conseguir que Miribilla se llene o casi este fin de semana en la batalla por el ascenso a la Liga ACB. Como se esperaba y es lógico, la afición del Bilbao Basket será mayoritaria y dará ambiente y decibelios a la cita. No ha habido en toda la LEB Oro una cancha que reúna a tanta gente, incluso por encima de algunas de la Liga Endesa, y por eso todos los protagonistas han entendido que la Final Four no podía tener mejor sede que el Bilbao Arena. Sin embargo, se ha echado en falta algún acto oficial de presentación del evento para dar cuenta, en un fin de semana cargado de eventos, que en Bilbao los cuatro mejores equipos de la segunda categoría se están jugando algo muy importante. Ni la Federación Española ni las instituciones de la ciudad lo han considerado oportuno, de tal forma que el interés de los aficionados lo que va a convertir en especial esta Final Four, que es la primera de las tres disputadas que va a contar con un anfitrión y se va a celebrar en un recinto para 10.000 espectadores.

Los otros tres conjuntos que se disputarán el ascenso tendrán en las gradas un apoyo pequeño y que está en consonancia con la dificultad del viaje y del interés que han despertado en sus respectivas ciudades durante la temporada. Se estima que puede haber algo más de 700 aficionados llegados de fuera de Bilbao. De Melilla apenas llegará medio centenar ya que se trata de un desplazamiento complicado y, además, los seguidores norteafricanos, algo desencantados tras los últimos intentos fallidos, apenas han acudido al Javier Imbroda.

El grupo más numeroso será el de Ourense, obligado a hacer seis horas en coche para estar con su equipo. La afición de la ciudad termal es muy animosa en el Pazo Paco Paz y querrán demostrarlo también en Miribilla. Y de Palma de Mallorca habrá unos 250 seguidores, que llegarán a Bilbao el mismo sábado por la mañana en un viaje con vuelo directo organizado por el club, que tiene como patrocinador principal a un operador turístico. Los mallorquines no quieren perderse la posibilidad de ver el primer ascenso de un equipo de su isla.