bilbao - El Bilbao Basket se ha encontrado un rival difícil para la eliminatoria que conducirá a la Final a Cuatro por el ascenso de la LEB Oro y que tendrá sus dos primeros partidos en Miribilla el viernes (20.00 horas) y el domingo (12.30). Con esta, será la sexta participación del Trapa Palencia en el play-off en las últimas siete temporadas. Cuando no lo jugaron fue porque lograron el primer puesto de la liga regular y, por tanto, el ascenso directo. Además, aunque los castellanos hayan acabado la liga regular en novena posición y hayan sumado la mayoría de sus diecinueve victorias en dos tacadas de seis y cinco triunfos, parecen el equipo más armado de los cuatro que podían encontrarse los hombres de negro por amplitud de plantilla y por expectativas, que aún están a tiempo de cumplir.

Los vizcainos han llegado en mejor momento a estas alturas del curso, al menos por lo que revelan los números, pero eso significa poco ya que ahora los ocho equipos parten de cero. El factor cancha suele ser decisivo en estas series al mejor de cinco y la experiencia se convierte en otro aspecto decisivo por encima, incluso, de los estados de forma. En este sentido, la plantilla del Palencia acumula más partidos en play-off de la LEB Oro que la del Bilbao Basket, aunque este dato es un poco irreal ya que la mayoría de ellos corren por cuenta de Urko Otegui. El pívot pasaitarra de 37 años suma 96 choques de eliminatorias, con cinco ascensos en su palmarés desde que debutó en la categoría en la temporada 2002-03.

Además de él, Jordi Grimau (24), Jorge Sanz (16) y Nikola Cvetinovic (8) completan la lista de jugadores con presencia en play-off del Palencia, que cambió la mayor parte de su plantilla en verano y solo Otegui, Grimau y Cvetinovic se mantienen de la que la pasada campaña alcanzó las semifinales. Carles Marco, su entrenador desde enero, también ha jugado eliminatorias con el Oviedo y ha impuesto un estilo de juego que quizás les venga mejor ahora que el anterior. Cuando se impusieron al Bilbao Basket en diciembre, la afición de la ciudad castellana y sus periodistas especializados se quedaron con cierta sensación de euforia ya que su equipo apuntaba muy alto, pero ahora los palentinos se visten la piel de cordero y traspasan la presión a los hombres de negro.

En este sentido, Álex Mumbrú ha llevado al Bilbao Basket a su mejor balance en liga regular en la LEB Oro, incluso por encima del que logró el equipo cuando subió a la Liga ACB. Pero el premio ha sido escaso ya que solo ha servido para ser segundo por detrás del histórico Real Betis de esta temporada y para hacerse con la ventaja de campo en una eliminatoria. La recuperación de la Final Four priva a los vizcainos de la posibilidad de conseguir un mínimo de seis excelentes taquillas y añade incertidumbre a este tramo de la temporada en la que el Bilbao Basket tiene que cargar con el cartel de favorito, a su pesar.

El factor de la experiencia puede decantarse del lado del Bilbao Basket ya que siete jugadores han jugado antes play-offs en la LEB Oro y también han logrado ascensos. El que más es Rafa Huertas, que tiene 34 con seis equipos diferentes y dos más, incluso, en el formato de Final Four, que disputó con el Melilla hace diez temporadas. Después, están Edu Martínez (32 partidos), Javi Salgado (23), Osvaldas Matulionis (17), Thomas Schreiner (14), Iván Cruz (8) y Tomeu Rigo (3). Por tanto, el factor diferencial puede estar en los jugadores que debutan en estas lides en la competición. En el bando bilbaino, Ben Lammers, pese a ser un novato en Europa, y Jaylon Brown, en tono discreto las últimas jornadas, deben asumir ese papel, mientras que en el Palencia todos miran a Steve Vasturia, el segundo máximo anotador de la temporada.