A menos de siete meses del inicio del Mundial de rugby en Francia, Bernard Laporte, presidente de la federación nacional de ese deporte, fue detenido por sospechas de blanqueo de capitales procedentes de fraude fiscal agravado, informó este martes la Fiscalía Nacional Financiera.       

Este proceso, diferente al que le llevó a su suspensión por una condena en primera instancia a dos años de cárcel y otros dos de inhabilitación por corrupción, sucede en pleno proceso consultivo con los clubes sobre la nominación de Patrick Buisson como responsable de la Federación Francesa de Rugby (FFR), a sugerencia del propio Laporte.

El presidente suspendido, cuya custodia policial puede extenderse al menos durante 48 horas, es una figura central del rugby francés, antiguo seleccionador e, incluso, secretario de Estado de Deportes entre 2007 y 2009, con el presidente Nicolas Sarkozy.        

Su primera condena, anunciada en diciembre, respondió a cinco delitos relacionados con corrupción debido a una investigación por haber favorecido supuestamente en 2017 al Montpellier, cuyo propietario había firmado un contrato de patrocinio con la selección en nombre de una de sus empresas.        

Los investigadores sospecharon de que Laporte presionó a la comisión de apelaciones de la federación en junio de 2017 para que rebajara o eliminara una sanción contra el Montpellier.        

La comisión de apelaciones disminuyó la sanción de 70.000 a 20.000 euros de multa y el equipo no se vio privado finalmente de jugar en su estadio.