La temporada 2020-21 está en marcha, si bien no ha hecho más que arrancar y dar sus primeros pasos en medio de un renovado escenario que jugadores, entrenadores y aficionados han de asimilar. Del mismo modo que la tipología de los partidos ha variado al no haber público en las gradas o disponer los técnicos de hasta cinco sustituciones durante los noventa minutos, tal y como sucedió en el tramo final del pasado ejercicio, las reglas de juego también se han visto sujetas a distintas modificaciones con la puesta de largo de la presente campaña. Hay tiempo por delante por familiarizarse con todas y evaluar su grado de conveniencia en un marco futbolístico del todo singular, pero ya están ahí.Entre las mismas, un año más, destaca el nuevo reglamento referente a las manos. Sujetas dichas acciones a una polémica permanente en los últimos años, esta temporada todo balón que impacte directamente en la zona de la axila y por encima no será sancionado como mano. La nueva norma, no en vano, especifica que con el fin de determinar con claridad las infracciones por mano, el límite superior del brazo coincide con el punto inferior de la axila. El exárbitro internacional Ilbon Urizar Azpitarte explica al respecto que "ahora, para que quede claro lo que es mano en cualquier situación, la axila determinará el límite de infracción por mano". "Se aclara también que se considerará infracción por mano el caso en que un atacante, de manera accidental, tocara la pelota con el brazo o la mano y fuera a parar a uno de sus compañeros y, acto seguido, su equipo marcara", profundiza Urizar, quien detalla que, por el contrario, no se considerará infracción por mano "el caso en el que, tras tocar el balón con la mano o brazo de forma accidental, el esférico recorriera una distancia (tras un pase o una conducción) o se diera varios pases".

Así es la nueva normativa en relación a un polémico punto de un reglamento que también ha visto alterada su versión anterior en el apartado que hace referencia a la ejecución de los penaltis. Desde el comienzo del curso, sin ir más lejos, no se sanciona directamente con tarjera amarilla al portero por adelantarse y atajar un penalti incumpliendo de esta manera la normativa. En la actualidad, si el guardameta cometiera una infracción y como resultado de ello se tuviera que repetir el lanzamiento desde los once metros, se advertiría al portero por la primera infracción y se le amonestaría en caso de reincidencia. En cuanto al fuera de juego, se considerará que un jugador en posición antirreglamentaria no ha sacado ventaja de dicha posición cuando reciba el balón de un adversario que juega voluntariamente el balón, incluida la mano voluntaria.

En el fuera de juego, así las cosas, "la infracción por mano voluntaria se considerará acción voluntaria, ya que una acción voluntaria habilita al jugador situado, en principio, en fuera de juego, y también las acciones antirreglamentarias deberán tener las mismas consecuencias", expone Urizar, quien da a conocer asimismo que "si un árbitro permite la ejecución de un tiro libre rápido después de que se haya evitado una ocasión manifiesta de gol, la tarjeta roja prevista se convertirá en tarjeta amarilla y si era amarilla, no se amonestará". Lo mismo se aplicará cuando el trencilla de turno conceda la ley de la ventaja al cometerse una infracción que tenía por objeto evitar una ocasión manifiesta de gol, pues "la tarjeta roja se convertiría en amarilla y, siguiendo la misma lógica, si el árbitro concediera ventaja tras cometerse una infracción en una clara jugada de ataque, no se mostrará tarjeta amarilla".

"demasiados cambios"

Por otro lado, se aclara la definición del término "sujetar", dado que "se especifica que los jugadores podrán ser amonestados solo por sujetar el cuerpo o vestimenta de un contrario si con ello se dificulta o impide el movimiento de éste", tal como señala Urizar, quien apostilla, sin embargo, que "en el fútbol no procede imponer una penalización por sujetar levemente". En relación a los cuerpos técnicos, a partir de esta temporada están en condiciones de sentarse en el banquillo hasta dos entrenadores auxiliares, una modificación más respecto a un reglamento y unas reglas de juego que continúan en constante evolución.

Urizar, conocedor de todas las nuevas normas y con el pertinente análisis realizado de antemano, entiende que "nos estamos pasando con tantos cambios en los últimos ocho años y esto confunde al aficionado que asiste a los estadios, porque no tienen la obligación de estar cada año leyendo, aprendiendo e interpretando tanta modificación".