bilbao - El campeón Lewis Hamilton cerró ayer la temporada 2019 con su undécima victoria. El triunfo más cómodo del año. Abusivo, como atestiguan las abultadas diferencias en el Gran Premio de Abu Dhabi. El segundo clasificado, Max Verstappen, rebasó la meta a 16 segundos del vencedor; el tercero, Charles Leclerc, finiquitó a 43 segundos de la cabeza de carrera. Un broche idílico para la campaña del hexacampeón británico, que en ningún momento atisbó competencia en el circuito Yas Marina y rubricó un Grand Chelem, con la pole, el triunfo y la vuelta rápida.

Hamilton ha sumado once victorias, diecisiete podios y cinco poles en veintiún carreras, en las que ha puntuado en cada una de ellas, lo que le ha brindado la plusmarca histórica de puntos en el Mundial: 413; 87 más que su compañero de equipo, el subcampeón Valtteri Bottas. Números que han coronado a Hamilton y que aparentan ser la consecuencia de una situación dominante. Las estadísticas engañan. El inglés ha tiranizado, pero no siempre ha sido el más rápido. Los resultados ensalzan sus aptitudes al volante. Se ha mostrado tremendamente capaz a la hora de rentabilizar sus opciones. Lo suyo ha sido la eficacia, la productividad. Ha hecho gala del don de la oportunidad. El talento y la experiencia se ha combinado con una mecánica y una gestión estratégica de equipo envidiables. Así ha llegado el sexto título de Hamilton, que cada curso se proyecta más completo.

El británico, a sus 34 años, tiene por delante una temporada plagada de ocasiones. 2020 será el último año antes de que muera el vigente ciclo normativo. El reglamento de 2021 puede traer cambios para la gloriosa tendencia de Mercedes, estructura campeona de los últimos seis años, el marco de la era híbrida, en el que Hamilton ha recolectado cinco de sus seis coronas. La próxima campaña ofrecerá la oportunidad de Hamilton de convertirse en el piloto más laureado de la Fórmula 1. En caso de reeditar el título, igualaría los siete entorchados de Michael Schumacher, el único séptuple campeón. También podrá copar la lista de pilotos con más victorias. Una tabla que lidera El Kaiser, con 91 triunfos, cinco más que Hamilton.

Como producto de la fiabilidad de Hamilton y del monoplaza Mercedes, el inglés también igualó ayer la mejor marca de la historia de carreras seguidas puntuando, récord que tenía en posesión. En el circuito de Yas Marina encadenó 33 carreras en los puntos, del GP de Gran Bretaña de 2018 al de Abu Dhabi de ayer; el otro periodo lo consiguió entre el GP de Japón de 2016 y el de Francia de 2018. “Estoy orgulloso y, por encima de todo agradecido a este equipo; es increíble el coche que me han dado, es una auténtica obra de arte”, manifestó.

La combinación Hamilton-Bottas le ha reportado a Mercedes quince triunfos, nueve dobletes y once poles en 2019. Aunque los números son mejores que las sensaciones. Ferrari ha puesto en pista uno de los coches más rápidos de los últimos tiempos. La escudería italiana flaqueó en la primera mitad del curso, pero tras el parón veraniego el coche incrementó notablemente sus prestaciones; llegó a enlazar seis poles. Ha exigido a Mercedes, aunque cierto es que Charles Leclerc y Sebastian Vettel no han hecho justicia a la máquina. No en vano, el primer piloto del Mundial que no conduce para Mercedes ha sido Max Verstappen, autor de tres victorias y dos poles.

Antes de arrancar el curso Verstappen ya estaba consolidado como uno de los pilotos con más proyección de la F-1, lo cual ha ratificado a lo largo de la campaña. La novedad a destacar ha sido Leclerc, que en el año de su debut en Ferrari, a bordo de su segunda temporada en el Gran Circo, ha batido a Vettel en el campeonato, y también en las tandas de calificación: 11-10 en favor del monegasco, que se erige como la gran esperanza de Ferrari. Leclerc termina el Mundial en cuarta posición, con dos victorias y siendo el autor del mayor número de poles, siete, pero lastrado por decisiones de equipo que en los albores de la temporada beneficiaron a Vettel. “Estoy extremadamente contento con este año. Espero darle a Ferrari el éxito que merece”, declaró Leclerc.

Vettel no ha correspondido a las expectativas. Termina el año en quinta posición, con un solo triunfo y dos poles. El alemán ha sido cuestionado por errores impropios de un tetracampeón. La frustración le ha vencido en demasiadas ocasiones. La juventud ha batido a la experiencia. “Como equipo necesitamos realizar una mejor actuación y, de forma individual, tengo que hacerlo mejor. Puedo hacerlo mejor. No ha sido un gran año”, admitió Vettel.

sainz, sobresaliente Otra de las confirmaciones ha sido Carlos Sainz, que con su décima plaza de ayer concluye el campeonato en sexta posición, como primer piloto de las escuderías de la clase media. En su quinto año en la F-1 ha sellado su mejor resultado y ha logrado su primer podio (3º). “He quedado sexto, no me lo esperaba”, confesó ayer. El madrileño ha sumado más puntos (96) que McLaren en las dos temporadas anteriores. El papel desempeñado en 2019 le sitúa como uno de los posibles aspirantes a los asientos de privilegio del Gran Circo, la competición que ve marchar a Nico Hulkenberg, el piloto con más participaciones (176) sin haberse aupado al cajón.

2020 volverá a medir el afán de gloria de Hamilton, que ya contempla a los relevos generacionales como competencia directa. “Lucho con jóvenes talentosos, como Max y Charles. Estoy contento de seguir ganando en una época en la que coincido con estos jóvenes tan buenos”, expresó. El británico promete más guerra. “Quiero seguir bajando la cabeza y trabajar para buscar más victorias. Quiero seguir ganando”, aseveró. En su horizonte está la ocasión de apoderarse de los récords más prestigiosos de la F-1, aún en poder de Schumacher. Hamilton amenaza a El Kaiser, a la historia. Es el reto del campeón.