Donostia - La primera toma de contacto de Ondarroa con la Bandera de La Concha tras 23 años de ausencia no fue, en el agua, todo lo positiva que hubieran deseado. “Hemos tenido malas sensaciones, pero nos tenemos que ir con la cabeza alta. Esta regata nos sirve para aprender. No estábamos haciendo nuestra mejor regata, pero en los últimos metros el catamarán nos ha perjudicado. Le he dicho al responsable del catamarán que la próxima vez, al menos, mire hacia atrás”, explicó Iñigo Larrinaga, patrón de Ondarroa. Por su parte, Xabier Altuna indicó que “la mar estaba picada, había que trabajar mucho y sufrir en la vuelta. Lo hemos peleado y nos quedamos con la rabia de que en el último minuto el catamarán nos haya molestado un poco. Lo importante era disputar y disfrutar la regata y el domingo volveremos a hacer lo mismo”. Ondarroa buscará el domingo las buenas sensaciones que ayer no encontró. - M. A. P.