bilbao - “Quartararo y Viñales tienen un pelín más”, advertía Marc Márquez. Yamaha viene acusando carencia de motor, falta de aceleración y velocidad punta. Pero el Gran Premio de Los Países Bajos, en el circuito de Assen, la máquina primó el comportamiento de su chasis. “Hay mucho paso por curva, lo que nos viene bien”, celebraba la jornada previa Maverick Viñales. El piloto de Roses tenía un as bajo el asiento.

En este trazado caracterizado por agudizar la capacidad técnica de los pilotos y el diseño del esqueleto de las máquinas, Viñales devolvió la gloria a Yamaha, que vuelve a la victoria diez carreras después. La fábrica de los diapasones no ganaba desde Australia 2011 -también con Viñales-, dando entonces fin a la peor racha de la historia de la marca. No atraviesa dulces momentos Yamaha. Al contrario. Está de capa caída. Sin embargo, ayer transformó en conformista al omnipresente Márquez, que dio por buena la segunda posición al padecer el asfixiante ritmo de Viñales, quien liquidó la carrera a falta de cinco vueltas para el final, cuando marcó las diferencias para refugiarse aislado en la senda que conduce a la gloria. “No tenemos nada que perder”. Era la máxima de Viñales. Márquez era consciente y ondeó la bandera blanca; la imagen de su compañero Jorge Lorenzo, con fractura de una vértebra, estaba fresca en la memoria.

En los compases inaugurales Álex Rins destacaba a las Suzuki, que ocupaban las primeras dos posiciones con él y con Joan Mir. Sorpresas en Assen. Rins registraba la vuelta rápida en la segunda vuelta. Euforia que confunde. Su ambición por abrir una brecha le hizo pecar en el tercer giro, cuando se fue a la grava en una jornada desaprovechada porque tenía muy buena pinta. Era una equis en el calendario. De pronto, Mir se vio liderando la prueba. Pero Fabio Quartararo, autor de tres poles en ocho carreras, rookie del año, quiso plasmar su condición de poleman. En esa misma tercera vuelta El Diablo se alojó en cabeza.

Las Ducati oficiales, en cuarta y quinta posición, con Dovizioso y Petrucci, respectivamente, ofrecían síntomas de falta de soltura; en diez vueltas claudicaban de la lucha por el cajón. Superado el primer tercio de la carrera, Quartararo, Márquez y Viñales se aislaban en el debate por la repartición del podio. Mientras, Rossi quedaba fuera de batalla en la quinta vuelta. El italiano enlaza tres caídas por primera vez en su trayectoria mundialista.

A 16 vueltas para el final, Márquez se instaló en cabeza. “Al principio tenía algo más, pero he esperado gestionando neumáticos detrás de Quartararo. No he probado ni una vuelta”, confesó. El líder del campeonato montaba un compuesto más blando de neumáticos.

No obstante, cuando Márquez asumió el liderato, Quartararo se revolvió y recuperó instantáneamente la cabeza; seguido Viñales escaló a la segunda plaza y Márquez quedó relegado a la tercera. El protagonismo recaía en Viñales, que, de menos a más, ocupó la cabeza a once giros de la conclusión. “No tenemos nada que perder”... Fiel a su premisa.

márquez renuncia Márquez, segundo tratando de esposar a Viñales, las estaba pasando canutas. A nueve vueltas de ver la bandera ajedrezada, el de Cervera recuperó la primera plaza, aunque por error de Viñales, que se fue largo. La respuesta de Maverick fue inmediata. “Cuando me he colado lo he hecho a posta para dejarme pasar”, confesó Márquez, que se aferró al rebufo de Viñales para quedar los dos en solitario. “Sabía que mi carrera era otra hoy, no era escaparme”, declaró Márquez. Su papel estaba impregnado de prudencia. A verlas venir.

Marc se agarró al colín de Maverick como un náufrago a un trozo de madera. Ambos dejaban anclado a Quartararo. “Sabía que las últimas cinco vueltas estaba vendido”, dijo Márquez. El pecio que le permitía sobrevivir navegaba sin vela. Viñales era claramente el más veloz. Viento en popa.

A cinco giros de finiquitar, Viñales imprimió mayor ritmo y dejó varado a Márquez, que desechó el riesgo. Más vale pájaro en mano... Inusual en Marc, pero inteligente para quien piensa en grande, en un campeonato. Él sí tenía mucho que perder. “Cuando nos hemos escapado ya me he relajado y he pensado que ser segundo es un gran resultado. Viñales ha sido muy superior en todos los sentidos”. Al fin y al cabo, el líder del Mundial se distingue aun más tras superar la cita de Los Países Bajos. Llegó con 37 puntos de ventaja y abandona Assen con 44 sobre Dovizioso, cuarto ayer.

Y todos tan contentos. “Ahora mismo estoy viviendo un sueño”, señaló Viñales, de vuelta a la escena con su sexta victoria en MotoGP y primera del año. Igual Quartararo, con su segundo podio seguido, dando forma a su esperanzador futuro.

GP de los países bajos

1. Maverick Viñales (Yamaha)40:55,415

2. Marc Márquez (Honda) a 4,854

3. Fabio Quartararo (Yamaha) a 9,738

4. Andrea Dovizioso (Ducati)a 14,147

5. Danilo Petrucci (Ducati) a 14,467

1. Marc Márquez (ESP) 160 puntos

2. Andrea Dovizioso (ITA) 116

3. Danilo Petrucci (ITA) 108

4. Álex Rins (ESP) 101

5. Valentino Rossi (ITA) 72

1. Augusto Fernández (Kalex)39:24,779

2. Brad Binder (KTM) a 0,612

3. Luca Marini (Kalex) a 3,686

1. Thomas Luthi (SUI) 117 puntos

2. Álex Márquez (ESP) 111

3. Augusto Fernández (ESP) 92

1. Tony Arbolino (Honda) 38:03,113

2. Lorenzo dalla Porta (Honda) a 0,045

3. Jakub Kornfeil (KTM) a 1,562

1. Arón Canet (ESP) 107 puntos

2. Lorenzo dalla Porta (ITA) 100

3. Niccolo Antonelli (ITA) 83