BILBAO. Para ambos supuso el estreno de su currículo en la añeja prueba, la más antigua de Euskadi sobre asfalto, ya que data de antes de la guerra civil.

El fondista vizcaino acarició el podio en la pasada edición, pero se hubo de conformar con la cuarta plaza. En esta ocasión Trueba ganó en una edición lenta marcada por el fuerte viento contrario.

Pujana salió airoso de una pugna de diez atletas, que sólo se definió claramente en los dos kilómetros finales. En ese punto, ya en el bilbaíno paseo de Uribitarte, Pujana se deshizo de Iván Arrate y Juan Pérez, hasta ese momento los únicos que aguantaron su cadencia tras casi diez kilómetros de competición.

El ganador detuvo el crono en cuarenta y un minutos y nueve segundos, es decir cuarenta y cinco segundos más que en la pasada edición cuando fue cuarto.

La experiencia y táctica de Pujana se tradujo en un adelanto de seis y quince segundos respectivamente sobre Arrate y Pérez, segundo y tercero respectivamente. También bajaron de cuarenta y dos minutos el cuarto y quinto clasificado, Ander Irigoyen (41.39) y el triatleta Mike Elguezábal (41.40).

En la categoría femenina, la pugna por la victoria se redujo a la cántabra Esther Trueba y la burgalesa Virginia Zorrilla. Ambas, siempre separadas por unos metros de diferencia, mantuvieron la emoción hasta los kilómetros finales.

Trueba demostró que la veteranía sirve para marcar una cadencia intermedia muy regular y cualitativa, apta para pocas de sus adversarias. La más cercana, la burgalesa Zorrilla, sólo pudo acercarse a diecinueve segundos.

Además, el octogenario bilbaíno Fortunato Vencedor volvió a acumular entre sus piernas una nueva edición de Las Arenas-Bilbao. Según comentó el fondista octogenario, "es una cita que me hace joven, porque tiene más años que yo", dijo jovial en la llegada el atleta de Santutxu.