BILBAO - Maider Unda (Oleta, 1977) se retira de la lucha libre. La laureada deportista alavesa anunciará mañana en una rueda de prensa su intención de dejar de competir y pasar página del deporte de alta exigencia después de veinte años en la cumbre de la modalidad, en la que se ha venido desempeñando entre los 67 kilos y los 75. La vasca, bronce en los Juegos Olímpicos de Londres en 2012 y diploma en los de Pekín en 2008 (quinto puesto), abandonará una carrera de dos décadas sobre los tapices, donde su fortaleza física y su capacidad de sacrificio han sido una constante hasta su colocación perenne en la pléyade mundial.

Tras dejar la competición en marzo de 2013 por maternidad, Unda se reenganchó a la lucha en noviembre de 2014 con la mirada puesta en los Mundiales que se celebraron en Las Vegas en septiembre de 2015. El torneo de Nevada abría el abanico de posibilidades olímpicas. Por entonces, la de Oleta confesó que “pensaba que la maternidad me iba a marcar mucho más y que no iba a poder entrenar más”. Pero, según manifestó, la lucha “le tenía enganchada”. “El hecho de haber llegado a donde he llegado ayuda mucho. Tras ser madre, el cuerpo me dice otras cosas diferentes a las que me decía antes. Al principio ha sido muy duro”, declaró. Y es que, la preparación para retomar la actividad después de quince meses fuera de órbita, se le hizo cuesta arriba a una deportista acostumbrada al sufrimiento y a brillar. “Se nota que el cuerpo ha sufrido algo, un cambio. No estoy como estaba antes. Me cuesta moverme, aunque también noto que voy mejorando”, reveló la alavesa.

Aun así, la mejor luchadora vasca de la historia fue a competir con todas las de la ley, cambiando la categoría de los 72,5 kilos -ya que desapareció por normativa- por la de los 75. Ella misma reconoció que era un peso en el que podía encontrarse mejor que en los 69, el otro límite por debajo. De este modo, la de Oleta viajó a Las Vegas y se volvió de vacío al caer en su primer combate ante Yasmin Adar.

Después se recuperó en Bakú (Azerbaiyán), en el prestigioso Golden Grand Prix. Consiguió el bronce en competencia con las mejores luchadoras del mundo y sirvió para ponerse a punto de cara a las plazas vacantes para Río, el objetivo del regreso al deporte de alta exigencia de Unda. “Quiero ir porque, lo que es para otros unos Juegos Olímpicos, alcanzarlo es algo que no tiene nombre. Para mí, estar en los Juegos Olímpicos de Pekín fue consolidar mi carrera deportiva. En los segundos fue conseguir mi sueño. Y quiero ir a unos terceros porque creo que todavía tengo mucho que decir”, manifestó la deportista del BAT Basque Team.

A pesar de los buenos resultados en la capital azerí, Unda quedó a las puertas de los Juegos Olímpicos del pasado verano al caer en Turquía ante la rusa Bukina, cercenando una de las opciones vascas a medalla con mayor poso.

La mejor luchadora Las mayores cotas de Unda se erigieron en las dos citas olímpicas de China y Gran Bretaña.

En Londres, la pelea por el tercer y cuarto puesto de los 72 kilos se dirimió con victoria sobre Valilisa Marzalyuk por 2-0. Unda cumplió un sueño y se calzó la presea ante la bielorrusa.

El éxito del tapiz inglés llegó después de clasificarse in extremis en las citas previas y tras haberse llevado un buen quinto puesto en Pekín, donde dejó patente su marca como espíritu indomable de la lucha libre.

Además, en los 72 kilos tiene tres metales europeos, dos bronces y una plata, conseguidas en Bakú 2010, Belgrado 2012 y Tiflis 2013, respectivamente, y otro bronce mundialista, conseguido en Herning (Dinamarca) en 2009. Asimismo, dentro del Estado, Unda se retira como dominadora absoluta. Tiene catorce entorchados desde que ganó en 2001. Solo falló en 2006 y 2011.