Bilbao - Boxeo, el justo. Fue una pelea de carneros en la que Kerman Lejarraga se destrozó los puños para doblegar al Rey Chatarrero, que acabó abollado por fuera y con los adentros bailando forró. El juez decidió parar la pelea en el noveno asalto, haciendo caso de las indicaciones del médico, y así le ahorraron más sufrimiento al veterano púgil catalán, que cumplió lo prometido: aguantó el chaparrón de golpes del marrazo de Morga, que se olvidó de la esgrima de los entrenos para plantar cara en su terreno a un rival rocoso y entregado.
El sábado, La Casilla volvió a vibrar como en los viejos tiempos, ofreciendo una velada notable de MMA, kick-boxing y boxeo, organizada por MastersMMA. El tirón de Lejarraga y de Javier García Roche, El Chatarrero, el púgil más mediático del Estado, era evidente, y se cumplió el pronóstico: el pabellón colgó el cartel de no hay entradas, aunque al parecer hubo más de las necesarias. Así, la velada quedó empañada por los incidentes que acaecieron en los aledaños del recinto deportivo. Decenas de aficionados con los billetes pagados trataron de entrar en La Casilla, que estaba abarrotada, con más de 4.000 personas, pero los controladores no les dejaron pasar, ya que el aforo estaba completo, y se vivieron momentos de tensión, hasta que intervino la Brigada Móvil de la Ertzaintza. Tal y como informó el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco, el origen de los altercados fue la sobreventa de billetes. Los organizadores llamaron a la calma por megafonía e invitaron a los aficionados a pasar por taquilla, prometiendo que iban a devolverles el dinero, pero algunos prefirieron presentar la correspondiente denuncia y otros descargaron su ira allí mismo, a las puertas del pabellón.
Los que sí pudieron acceder al recinto disfrutaron, entre otras cosas, con los puños de Sandor Martín, que derrotó a los puntos a un combativo Ryan Peleguer, del épico combate entre Haritz López de Lacalle y Diego Vázquez (kick-boxing) o del empuje de la luchadora Nerea Pascual, que se impuso a Mariana Simoes en una pelea intensa (también de kick).
Infierno en la noche La Casilla, que para esas horas era ya una grillera, esperaba la guinda del pastel y ésta se la proporcionaron Lejarraga y Roche, que desde el inicio de su pelea, pactada en 70 kilogramos de la categoría superwelter, encendieron un pequeño infierno en mitad de la noche. El Chatarrero aguantó entero dos asaltos y en el tercero empezó a menguar, acosado por los terroríficos directos y por los ganchos de izquierda de su rival, que explotaban en el costado derecho del catalán, obligándole a agacharse y a bajar la guardia. La esquina de Roche hizo malabares para mantener despierto a su líder, que, con la mirada desvaída y el mentón derecho inflamado, se echaba en brazos de un Lejarraga que acabó también visiblemente agotado. “Me he roto las manos para ganarte”, le diría después el de Morga a su adversario.
Para el noveno asalto, los púgiles eran dos sombras dolorosas sosteniendo una luz que parecía apostar por ellos y solo por ellos. La oportuna advertencia del médico le bastó al juez para dictar sentencia: triunfo por K.O. del de Morga, y van nueve de doce, con pleno de victorias para el joven boxeador vizcaino, que ya se postula para el título estatal. - I. M.