bilbao - Garbiñe Muguruza ha igualado su mejor actuación en el Abierto de Australia al meterse en los octavos de final, donde ahora le espera un duelo de altos vuelos contra Serena Williams, la número 1 del mundo. La tenista vasco-venezolana volvió a jugar un partido raro, como en un tobogán, ya que ganó el primer set (6-3) y cedió el segundo (4-6) a la suiza Timea Bacsinszky. En el decisivo, y por tercera vez, Muguruza logró un 6-0 que ella atribuye a su fortaleza mental y a su buena condición física. “Me he liado yo sola y he parado. Estoy contenta por haber podido levantar el partido de nuevo”, comentó.

Ahora, tendrá delante a Serena Williams, que en 2013 le ganó en Melbourne por 6-2 y 6-0 en un partido que Muguruza recuerda que “no fue para ese resultado. Estuvo mucho más igualado”. El año pasado en Roland Garros se impuso la de Caracas por 6-2 y 6-2. “Tiene que ser muy agresiva. Cuando Garbiñe le pasó por encima en Roland Garros fue porque fue mucho más agresiva que Serena Williams. Si no lo hace, ella jugará muy tranquila. Tiene que entrar a por ella, a hacer su partido”, explicó tras el choque el irundarra Alejo Mancisidor, entrenador de Garbiñe Muguruza, muy satisfecho, además, porque su pupila está mostrando una mayor variedad de recursos: “En la pista tiene plan B y parte de plan C. Antes era más de piñón fijo. Principalmente tiene más seguridad en pista, con más argumentos”.

La sorpresa en el torneo femenino vino por la derrota de la checa Petra Kvitova, cuarta cabeza de serie, a manos de la estadounidense Madison Keys.

Entre los hombres, se completó la parte alta del cuadro sin sobresaltos. Novak Djokovic eliminó a Fernando Verdasco en su tercer partido a tres sets y en octavos de final jugará ante el luxemburgués Gilles Muller, que dejó fuera a John Isner, cuya eliminación vuelve a dejar de manifiesto el mal momento del tenis estadounidense. Stanislas Wawrinka sigue firme en su defensa del título y tampoco ha cedido un set. Su última víctima fue Jarko Nieminen y ahora se medirá al albaceteño Guillermo García-López, que está haciendo un excelente torneo.

Otros dos españoles se metieron en la cuarta ronda del Abierto de Australia. Feliciano López liquidó en tres sets al polaco Jerzy Janowicz para cruzarse ahora con Milos Raonic en lo que puede ser un duelo a cañonazos desde el saque. El último en concluir la última jornada fue David Ferrer, que después de más de cuatro horas de juego extenuante acabó con el francés Gilles Simon para provocar otro partido que será muy exigente ante el japonés Kei Nishikori. - Roberto Calvo