Si al Lointek Gernika le hubieran dado a elegir un recorrido malo en su regreso a la Eurocup no habría escogido lo que deparó el sorteo celebrado ayer en Múnich, no por el nivel de los rivales, sino por las dificultades que van a implicar los desplazamientos. Para empezar, el conjunto granate tendrá que disputar una eliminatoria previa ante el Pas Giannena de Grecia. El primer partido se disputará el 18 de septiembre en esta ciudad ubicada a tres horas de Salónica y cuatro y media de Atenas y más cerca de la frontera con Albania. La vuelta tendrá lugar en Maloste una semana después.
El equipo heleno cuenta ya con tres estadounidenses (Talya Brugler, Tyia Singleton y Tishara Morehouse) para rodear a un joven núcleo heleno a las órdenes de Aristippos Chantelis. “Debemos tener humildad y respeto al rival porque nos lo pondrán difícil, pero esperamos estar a la altura”, apunta Lucas Fernández sobre esta eliminatoria que va a hacer que el equipo adelante el comienzo de la pretemporada.
El Lointek Gernika es favorito para llegar a la fase de grupos donde el sorteo le colocó junto al Universitas Pecs de Hungría, el Elitzur Ramla de Israel y el Sportiva de Portugal. El equipo magiar es el más potente con jugadoras confirmadas como Julia Reisingerova, con pasado en la Liga Femenina, Agnes Torok o Agnes Studer. El duelo ante el conjunto luso obliga a viajar hasta las Azores, una experiencia poco agradable que el Lointek Gernika ya vivió hace siete años.
Lo más peliagudo resulta el emparejamiento con el Elitzur Ramla, nada recomendable en estos tiempos. En su última participación europea, hace dos temporadas, las gernikarras debían medirse al Ramat Hasharon, pero el conjunto israelí se retiró de la competición y quedó un grupo de solo tres equipos. La presencia del Elitzur en la presente edición resulta extraña ya que no parece probable que decida jugar sus partidos fuera de Israel. En todo caso, la decisión se tomará una vez que el Lointek supera la previa.