Síguenos en redes sociales:

Un equipo sin límite

El Bilbao Basket tapa sus debilidades a base de solidaridad y eleva en cada jornada su techo competitivo

Un equipo sin límite

bilbao - La última victoria ante el Gran Canaria es la que ha terminado de convencer a sus aficionados de que el Bilbao Basket es capaz de conseguir cualquier cosa esta temporada. Los hombres de negro han prolongado hasta la octava jornada el mejor inicio de su historia y lo mejor de todo es que no se les adivina un límite. Entre jugadores en recuperación de sus lesiones y otros que han caído y están ahora mismo fuera, Sito Alonso no ha podido contar aún con toda su plantilla a pleno rendimiento y tampoco se sabe si eso se producirá alguna vez. Por eso, es difícil pronosticar si el techo de este Bilbao Basket está alto o bajo.

De momento, esas limitaciones no se están acusando porque el equipo está sabiendo disimularlos con un trabajo en cancha impecable. Si en Las Palmas faltaron Mumbrú y Hervelle, no se notó. Si en los dos duelos anteriores el Bilbao Basket había comenzado mal, en el Gran Canaria Arena se aplicó a la tarea y firmó quince minutos iniciales espectaculares. Todo nace de un grupo de jugadores muy solidario en los esfuerzos y en el que se ha creado una química especial entre veteranos y jóvenes que se están retroalimentando con la experiencia de los unos y la ilusión de los otros.

Evidentemente, hay responsabilidades marcadas, pero los roles no son inamovibles ni constriñen a nadie. Todos están implicados en la tarea y todos aportan cuando están en el campo a partir de la búsqueda de soluciones a las dificultades que van surgiendo y de plantear cada choque en función de los medios de que se dispone. Por concretar en el último partido, la baja de Hervelle supuso una mayor responsabilidad para Latavious Williams, que hizo su mejor partido con el Bilbao Basket y formó una pareja letal con Marko Todorovic. El técnico no jugó esta vez la baza de los dos bases al mismo tiempo, salvo en los dos minutos finales, en los que acabó jugando con solo un pívot. El equipo resistió los últimos coletazos del Gran Canaria y Dejan Todorovic, en la teórica posición de cuatro, atrapó los dos rebotes defensivos que significaron la tranquilidad definitiva. Pero antes hubo un gran trabajo coral que provocó que Colom, el base, atrapara nueve rebotes o que Marko Todorovic, el pívot, firmara cuatro asistencias.

En todo caso, si algo destacó en la primera victoria en Las Palmas fue la defensa, una de las principales señas de identidad de este inicio de temporada. El Bilbao Basket recibe solo 71 puntos por partido y, según datos extraídos de la página web baloncestostatsacb.es, deja a sus rivales en apenas un 46% de acierto en sus tiros de campo, un aspecto en el que solo le supera el Barcelona. Sito Alonso está consiguiendo tejer una tela de araña que hace reducir las espacios, las piernas llegan para tapar los huecos y los jugadores acaban por ver correspondidos su esfuerzos. Da la impresión de que están disfrutando y, así, es más fácil sumar victorias.