Bruselas respalda a las jugadoras vascas de balonmano playa
Bruselas da la razón a las jugadoras vascas de balonmano playa que se negaron a jugar en bikini pese a la obligación de la federación española
Bilbao - La Comisión Europea comunicó ayer en Bruselas que la equipación impuesta por la Federación española para el balonmano playa, un bikini en lugar de una camiseta de manga corta, de cara a la próxima temporada y denunciada en su día por las jugadoras vascas es discriminatoria y recordó que “la igualdad entre hombres y mujeres es uno de los valores fundacionales de la Unión Europea”, tal y cómo expone el artículo 21 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE, “que prohíbe toda discriminación por motivos de sexo”.
La Comisión Europea considera, atendiendo el argumento de las jugadoras vascas, que “la obligación de llevar bikini, impuesta a las mujeres que jueguen balonmano en la playa, podría constituir una discriminación por motivos de sexo”. Esta afirmación se contiene en la respuesta que ha emitido el ejecutivo comunitario a la iniciativa planteada por el PNV en Bruselas sobre la polémica indumentaria que las jugadoras vascas de balonmano femenino denunciaron porque a su entender era un ataque sexista.
Este procedimiento comenzó cuando la eurodiputada Izaskun Bilbao y Emakunde se hicieron eco de las denuncias presentadas por el equipo de Euskadi de balonmano playa, que se negó a jugar con esa indumentaria impuesta desde la Federación, y trasladaron estas inquietudes a la Comisión Europea. Además, en un torneo celebrado en Suances en julio, 21 de 22 equipos de todo el Estado fueron sancionados por no llevar la equipación exigida como prueba de cara a la siguiente temporada y vestir en su lugar camisetas de manga corta y culotte. La jugadora María Ballester llegó a declarar en la Cadena Ser que “se nos trata como ganado”.
Tras analizar el contenido de la denuncia, el Gobierno europeo recordó su clara apuesta por la igualdad entre hombres y mujeres. “Se prohíben toda discriminación directa o indirecta por razón de sexo”, expresó la Comisión Europea, postulándose a favor de las jugadoras vascas de balonmano playa y fijando como discriminatoria la equipación que quería imponer la Federación Española de Balonmano.
Turno para Austria A pesar de expresar su opinión sobre el tema, Bruselas recordó que “no es una autoridad competente para intervenir en un asunto que no puede considerarse una infracción del Derecho de la Unión por un Estado miembro” y por ello no puede dictar sentencia. Esa responsabilidad recae en la Federación Europea de Balonmano, una entidad privada que se somete a la jurisdicción del tribunal competente de Viena y se rige por el Derecho austriaco.
Por ello, Izaskun Bilbao considera que los tribunales austriacos, “en caso de recibir una reclamación deberían considerar esta norma contraria a las normas europeas, porque tanto en la Carta de derechos fundamentales como en dos directivas ya traspuestas por Austria se condenan estas conductas. No obstante espero que el problema se resuelva antes por la vía del diálogo, permitiendo a las jugadoras optar entre varias equipaciones. Esta es la solución en la que viene trabajando la directiva de la Federación Vasca de Balonmano y es la posición que respalda la normativa europea”.