Bilbao. Como confesaba Efrén Vázquez el sábado, "nuestro lugar en la República Checa está entre en quinto y el décimo clasificado". Resignados piloto y equipo a lo que consideraban algo modesto, se decidió en el garaje por arriesgar con un órdago que podría propiciar el mejor de los resultados, la victoria, o el descalabro. Sucedió lo segundo.
Las previsiones especulaban con grandes posibilidades de lluvia y el circuito estaba húmedo a la hora del comienzo de la carrera de Moto3. De manera que Efrén salió a pista asumiendo las opciones del todo o el nada. Montó, a diferencia del resto, neumáticos de lluvia. Una configuración que le permitió trepar desde la undécima pintura de salida hasta la cabeza de la carrera en el amanecer de la prueba, solo agotada una vuelta de las 19 previstas. Ahí se mantuvo casi tres giros. Aunque con la misma efervescencia con la que escaló, descendió hasta la catacumbas. El asfalto del trazado de Brno se secó de forma vertiginosa y Efrentxu, que iba cantando dentro de su casco, no vio llegar las esperadas gotas que podrían haber prolongado la vida de su apuesta, la de sus raídos calzos.
El piloto de Rekalde trataba de apurar rodando sobre las zonas húmedas, pero el sol actuó con él como con los vampiros. La situación se tornó lapidaria. La renta de en torno a los 15 segundos respecto al líder del campeonato, Sandro Cortese, se esfumó en los siguientes seis abrazos al circuito de Brno, en los que perdió las plazas de los puntos. Con media carrera por delante, Efrén estaba condenado. El órdago salía cruz. "Hemos hecho una apuesta en función de cómo estaba la pista de delicada y de nuestras previsiones de que llovería algo, además, pienso que no teníamos demasiadas opciones de estar entre los cinco primeros. No ha sido así, de modo que cuento esta carrera como si se me hubiese roto la moto o me hubiera caído", valoró, desde la impropia 25ª posición.
Delante, Folger, recientemente abandonado su penoso ciclo en Ioda, se sacudió las penas con una victoria brutal con el binomio KTM-Kalex. Fue quien más arriesgó en los primeros acelerones, con la pista mojada, y rodó en grata soledad, no sin antes endosar una serie de vueltas rápidas que le hicieron impresionante. Después rebasaron la de meta Salom, Cortese y Viñales. Este último fue el gran perjudicado en la pugna por el título, no en vano, con una necesidad imperiosa de recortar diferencias, éstas se aumentaron y Cortese respira ahora a 32 puntos de Mav, una ventaja que puede ser definitiva para ceñirse la corona.