BARCELONA: Valdés; Mascherano, Sergio Busquets, Abidal; Keita, Thiago, Iniesta (min. 56, Xavi), Cesc (min. 70, Dos Santos); Alexis, Pedro (min. 67, Villa) y Messi.
VILLARREAL: Diego López; Zapata, Gonzalo, Musacchio, Oriol; Marchena, Bruno, Borja Valero (min. 50, Camuñas); Cani (min. 64, Wakaso), Nilmar (min. 61, Senna) y Rossi.
Goles: 1-0: Min. 25; Thiago. 2-0: Min. 45; Cesc. 3-0: Min. 47; Alexis. 4-0: Min. 51; Messi. 5-0: Min. 75; Messi.
Árbitro: Turienzo Álvarez. Mostró tarjeta amarilla a Zapata, Mascherano, Cesc, Wakaso y Marchena.
Incidencias: Camp Nou, ante 75.097 espectadores.
barcelona. Un vendaval de juego y goles. Un festival de fútbol ofensivo, triangulaciones imposibles y combinaciones al primer toque. El campeón irrumpió en la Liga a lo grande. Dándole un baño en toda regla (5-0) al Villarreal, un rival de Champions, un equipo que tradicionalmente le había creado muchos problemas en el Camp Nou y que ayer fue sometido por un Barça descomunal. Guardiola pensó que la solución a las cinco bajas que tenía en defensa era mucho más simple de lo que la gente esperaba: jugar con un zaguero menos. A lo Cruyff, armó un once con solo tres hombres atrás -dos marcadores, Mascherano y Abidal, y un líbero, Busquets- y un rombo en la medular. El Barça neutralizó el riesgo que suponía dejar tanto espacio detrás con una presión asfixiante en el campo del rival. Robar rápido y tocar, robar rápido y tocar. Todo a velocidad de vértigo.
Los tímidos intentos de un voluntarioso Rossi fueron todo el bagaje visitante en el primer tiempo. Del Barça más, muchísimo más. Un remate de Alexis, un cabezazo al larguero de Busquets, un tiro de Messi que Diego López desvió a córner... Eso y dos goles. El primero, un disparo cruzado de Thiago desde la frontal a los 25 minutos. El segundo, propiciado por la enésima llegada de Cesc desde la segunda línea y el enésimo intento de Messi, esta vez no frustrado, de conectar con el de Arenys. El dominio del Barcelona se acentúo aún más tras la reanudación. Otros dos goles en los primeros cinco minutos finiquitaron el partido, si no lo estaba ya. El tercero de Thiago para Alexis, el cuarto de Iniesta para Messi. En ambos, el pasador dejaba, con precisión milimétrica, solo al goleador.
A falta de 40 minutos para el final, Garrido ya había entregado definitivamente el partido, sentando a Borja Valero, con algunos problemas físicos, Cani y Nilmar, tres hombres básicos en su esquema. En cualquier momento podía caer el quinto, y el quinto cayó a la media hora de la segunda parte, con una triangulación entre Messi y Thiago que finalizó el argentino.