El clima bélico en Bahrein tumba la prueba inaugural del Mundial

bilbao. El clima bélico en Bahrein -las protestas de la mayoría chií amenazan con el poder de la dinastía suní, que gobierna el país más pequeño del Golfo Pérsico con el beneplácito de EE.UU. desde hace cuatro décadas- ha tumbado la prueba inaugural del Mundial de Fórmula 1 que se debía celebrar en el circuito de Sakhir, muy cercano a la capital de Manama, núcleo también de la revuelta, el próximo 13 de marzo. Es la primera vez en la historia de la Fórmula 1 que unos disturbios de naturaleza política obligan a suspender un Gran Premio. La anterior cancelación se remonta a 1985, forzada por el paupérrimo estado del piso del circuito de Bélgica.

"En este momento la atención de todo el país está centrada en construir un nuevo diálogo nacional para Bahrein", anunció el príncipe heredero Salman bin Hamad al-Jalifa, que notificó la decisión por teléfono a Bernie Ecclestone, patrón del gran circo. "Aunque Bernie Ecclestone había dejado claro gentilmente que la decisión sobre la carrera fuera enteramente de Bahrein y que no era requerida todavía, sentimos que era importante para el país centrarse en los asuntos inmediatos de interés nacional y dejar la celebración de la carrera para más tarde". Tras la suspensión del Gran Premio de Bahrein, en el calendario desde 2004, el Mundial arrancará finalmente el próximo 27 de marzo en Australia. Los test que se debían realizar en el circuito de Sakhir entre el 3 y el 6 de marzo se disputarán ahora del 8 al 11 de marzo en Barcelona.

"Es triste que Bahrein haya cancelado la carrera, le deseamos lo mejor a todo la nación en su proceso de cicatrizar las heridas", reaccionó Ecclestone. "La hospitalidad y el calor de la gente de Bahrein es un sello de esa carrera, como acreditará todo el mundo que haya estado ahí. Esperamos regresar pronto a Bahrein", agregó el magnate.

A pesar de la renuncia, los organizadores no quedan desligados del pago de cerca de 35 millones de dólares, lo que habla a favor de que la carrera se pueda disputar más adelante. Se especula con la posibilidad de que se celebre antes o después del Gran Premio de Abu Dabi, el 13 de noviembre. Si se diera ese caso, el final del Mundial en el circuito de Interlagos de Brasil podría aplazarse una semana.

Los disturbios, que se han cobrado en los últimos días la vida de cuatro personas, ya provocaron la cancelación el fin de semana pasado de la GP2 de Asia, por lo que pilotos y responsables de los equipos acogieron ayer la decisión como una liberación. "Nuestro deseo más importante era garantizar la seguridad de los miembros de nuestro equipo. Celebramos y apoyamos la decisión de cancelar el Gran Premio", dijo a Dpa el director deportivo de Mercedes, Norbert Haug. "La Fórmula 1 ahora no es importante para Bahrein", reflexionó Mark Webber, que se encuentra en Barcelona, donde acabaron ayer los penúltimos tests de la temporada en los que el mejor tiempo fue para el Ferrari de Felipe Massa.