El teatro Arriaga de Bilbao acogerá el viernes 11 y el sábado 12 de octubre la primera propuesta de danza de la temporada, Dream, que en este caso va más allá puesto que se funde con el flamenco en directo e incluso con pinceladas teatrales. La obra está dirigida por Natalia Menéndez y el coreógrafo y bailarín Israel Galván y es una propuesta que indaga en las relaciones maternofiliales; en realidad, el título Dream es un anagrama de madre.
Según explican desde el teatro, Natalia Menéndez, quien recientemente ha recibido el rango de Chevalier de l’Ordre des Arts et des Lettres (Orden Ministerial de la República Francesa), ofreció la idea de profundizar en este complejo tema a Israel Galván (Premio Nacional de Danza 2005), quien enseguida acogió el proyecto con entusiasmo.
“Fruto de un interesante proceso de investigación y ensayos surgió una creación muy especial que no es puramente danza, ni teatro, ni flamenco, pero que es todo ello al mismo tiempo. Un espectáculo que habita el escenario; donde se crea algo extrañamente familiar, es una celebración, un ritual, una ceremonia del hijo que celebra y huye de la madre atenta y violentada. Con este ritual —entre la invocación y el exorcismo—, que en realidad es el más viejo del mundo, se vuelve a escenificar ese pleito infinito en el que la madre es simultáneamente acusada y defendida, abogada y fiscal”, explican desde el teatro bilbaino.
La extraordinaria singularidad de la coreografía de Israel Galván es la que traslada al público ese juego de múltiples roles de la madre y también del hijo. Él consigue mostrar al público distintas madres e hijos y no saber por momentos quién es quién, porque no se pretende contar una historia. Se trata de crear sensaciones y emociones dispares, sin juicios y con vértigo. A la actuación de Galván se suman María Marín a la guitarra y cante; Antonio Moreno a las percusiones y Juan Jiménez Alba a los vientos.