En el número 45 de la Gran Vía bilbaina, a un paso de cebra de la Plaza Elíptica, se yergue el Edificio Sota. Fue edificado en 1918 para la pujante burguesía, que se enriqueció con la extracción del hierro que se extendía por el subsuelo de Bizkaia. A escasos 500 metros, el Museo de Bellas Artes exhibe los planos sobre los que se levantó el proyecto. Las cartas se codean con el lienzo Vuelo de brujas (Francisco de Goya) y media docena de obras firmadas por Adolfo Guiard, el artista que introdujo el impresionismo en Euskadi. 

Todos estos elementos formaron parte de la colección privada de Ramón de la Sota y Llano (1857-1937), figura a la que el Bellas Artes rinde homenaje en la exposición inaugurada ayer. Será visitable hasta el próximo 13 de octubre. 

Bajo el título Familia Sota. Arte y mecenazgo, la muestra (patrocinada por BBK) reúne más de 70 obras ligadas al industrial vizcaino, que llegó a reunir en torno a 200 piezas. Según su comisario, el coordinador de Conservación e Investigación de la pinacoteca, Javier Novo, “sintetiza el crecimiento y el auge de la modernidad de Bilbao”. Un crecimiento espoleado por la segunda revolución industrial que se produjo el Estado en el tránsito entre los siglos XIX y XX. “El 10% del hierro disponible en el mercado internacional salía de Bilbao”, recuerda Novo. El mineral generó un crecimiento económico sin precedentes y enriqueció a una nueva oligarquía industrial. Deseosa de transformar la villa en una urbe cosmopolita, la convirtió en escenario de una prolífica escena artística que tuvo como principal mecenas a Ramón de la Sota y Llano. 

Organizada en seis casos de estudio, esta exposición ofrece una visión global del desempeño del industrial y su familia en el mecenazgo y el coleccionismo artístico hasta la irrupción de la Guerra Civil, momento en el que el bando sublevado expolia buena parte de las obras que pertenecían a la familia Sota. “Desde el punto de vista del proyecto expositivo, hemos hecho una revisión sobre el origen de la colección, cómo se construye y en qué contexto se hace”, precisa el comisario. El catálogo incluye obras de dos artistas con los que el empresario construyó una estrecha relación: Adolfo Guiard e Ignacio Zuloaga. 

Del primero, Sota llegaría a poseer más de 50 obras, en su mayoría pasajes de localidades cercanas como Bakio, Gernika o Murueta. “Importó el impresionismo en una década tan temprana como la de los 80 del siglo XIX. Esto es muy importante, porque no había precedentes en el país”, detalla Novo. La relación con Zuloaga comenzó al filo del siglo XX con la adquisición de La merienda (1899), que se exhibe en la muestra. “Es un producto de lujo internacional. Para Sota hubiera sido imperdonable que una figura de primer nivel como Zuloaga no estuviese presente en su colección”, asevera el comisario. 

Esta exhibición también pone en contexto el vínculo entre el pintor y Sota a través de una selección epistolar: “En una de las cartas vemos cómo le vende La condesa de Noailles ; en otra el Goya...”, señala Novo. Precisamente, Vuelo de brujas, de Francisco de Goya, es una de las piezas estrella de la sección de la colección dedicada al arte antiguo. En el Museo de Bellas Artes, el lienzo comparte sala con otras pinturas como Retrato de Mariana de Austria (1611-1667), de Juan Bautista Martínez del Mazo. 

Otras comunicaciones son más amargas: “Querido Alejandro, el retrato de Ramón, que en paz descanse, está aquí, en mi estudio. Lo saqué de Burgos durante la guerra en un estado deplorable y me lo dejaron a condición de que estuviera aquí (...) supongo yo que se lo podrán llevar cuando ustedes quieran”. En esta carta, Zuloaga informa a Alejandro de la Sota y Aburto (hijo del industrial) del paradero del lienzo Retrato de Ramón de la Sota y Llano (1918). Esta fue una de las muchas obras que el régimen franquista incautó a la familia por su vinculación con el PNV, algunas de las cuales (en torno a 50) todavía no han recuperado. De éstas, 12 son motivo de procesos de reclamación. También les fue impuesta una multa de 100 millones de pesetas, cuyo documento acreditativo también se exhibe en la muestra.