La fama no es siempre sinónimo de riqueza. Así lo constatan los sendos problemas que ha enfrentado Francis Coppola para financiar su último proyecto, Megápolis, con el que compite en la sección oficial del Festival de Cannes.

Ayer martes arrancó la 77ª edición de la cita, marcada por el regreso del eterno director de películas como El Padrino, Apocalipsis ahora o Dracula. Después de 4 décadas (y cinco años) sin representación en el festival, Coppola opta a la palma de oro por su último largo, Megápolis. Se trata un filme de ciencia ficción financiado por el propio realizador –para tal fin ha tenido que llegar a vender varias bodegas en Sonoma (California)– y con un elenco encabezado por Adam Driver y Giancarlo Esposito. Eso sí, la cinta aún no tiene distribuidora porque, al parecer, no consiguió convencer a ninguna gran firma tras haberse proyectado el pasado 28 de marzo. Por esa misma razón, su estreno en los cines comerciales está todavía en el aire.

De más de horas de duración, el largo sitúa al espectador en una ciudad futurista que ha sido destruida por una catástrofe natural y se centra en el choque entre un arquitecto que quiere reconstruirla (Adam Driver) y su alcalde, interpretado por el actor danés Giancarlo Espósito. La distopía de Coppola compite con otros 21 títulos en la sección de largometrajes, en cuyo jurado participa Juan Antonio Bayona.

Después del alud de la Sociedad de la nieve en los Premios Goya y en los Platino, el cineasta aterriza en la ciudad bañada por el Mediterráneo para ejercer como jurado en la 77ª edición del festival, en el que debutó como director en 2007 con El Orfanato. “Es mejor que estar en un spa”, bromeó Bayona a su llegada a la alfombra roja. En un tono más comedido, reconoció que enfrenta “una gran responsabilidad” y que se siente privilegiado por formar parte de una mesa que determinará quién se lleva la palma de oro en esta entrega de los galardones. En el mismo orden de cosas, aseguró que, para él, ver películas y discutir sobre ellas “es la mejor cosa del mundo” y que durante toda su vida ha acudido a los festivales, no solo con sus propias películas, sino para verlas y “tener una visión del cine que se está haciendo en todo el mundo”.

Meryl Streep

La actriz Meryl Streep recibió la palma de honor. | FOTO: EFE Alejandro López

La cita comenzó sobre el escenario del Grand Théâtre Lumière con la entrega de la palma de honor a la laureada actriz Meryl Streep. La intérprete recibió el premio 35 años después de su galardón a la mejor actriz por Un grito en la oscuridad, su única aparición en el festival hasta la fecha.

Streep, además, siempre se ha posicionado en contra de la violencia sexual y es una de las principales portavoces del movimiento Me too –yo también–, que ha cobrado un protagonismo comparable al de los nominados en esta entrega del certamen. Y es que, por un lado, nueve mujeres han denunciado públicamente de abusos sexuales –incluida una violación a una joven de 15 años– a Alain Sarde, uno de los grandes productores franceses, calificado de “mito” por el delegado general de Cannes, Thierry Frémaux. Y, por otro, un centenar de personalidades del mundo del cine, entre ellas Juliette Binoche o Isabelle Adjani, publicaron ayer una tribuna en la que denuncian la inacción de las autoridades frente a las denuncias de abusos sexuales en el séptimo arte. Por el momento, los responsables del festival no han adquirido una postura clara al respecto. En una rueda de prensa celebrada este lunes, Frémaux expresó su deseo de vivir una cita “sin polémicas”. Además, al ser interpelado por varios rotativos franceses sobre la inminente aparición de nuevos casos de violencia sexual en el cine, rehusó contestar. Mientras, la presidenta del festival, Iris Knobloch, admitió en un corrillo con periodistas que no cuentan con un protocolo para hacer frente a agresiones.

Al detalle

‘Megápolis’. Es el gran regreso de Francis Coppola al Festival de Cannes, que todavía no ha encontrado distribuidora para su estreno y es fruto de la autofinanciación

Streep. La cita arrancó ayer con el homenaje a la gran dama del cine, Meryl Streep, a quien se hizo entrega de la palma de honor en reconocimiento a su carrera.

Violencia sexual. La 77ª edición del festival está atravesada por el movimiento ‘Me too’. Nueve mujeres han denunciado públicamente de abusos sexuales a Alain Sarde, uno de los grandes productores franceses.

J.A. Bayona “Esto es como estar en un spa”

El director de ‘La sociedad de la nieve’ participa en calidad de jurado de la sección de largometrajes. “Es como estar en un spa”, bromeó a su llegada a Cannes.

Sección oficial

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Son los largometrajes, entre ellos el de Coppola, que aspiran a la palma de oro, el máximo reconocimiento que otorga el festival, en esta 77ª edición