Hoy en día, la Roma del siglo III sigue viva de alguna manera. Si tenemos la suerte de visitarla in situ veremos sus vestigios arquitectónicos que están en pie todavía. Pero igualmente si vamos a Croacia o si nos acercamos a Segovia a ver el acueducto. Por eso, pienso que El ocaso de Roma puede resultar una novela interesante; a través de ella se puede viajar geográficamente en el tiempo y sentir en nosotros mismos lo que pudieron sentir ellos con las historias de amor, de traición, de poder”, relata Carlos de Miguel.

Ahora que proliferan las publicaciones de autoayuda, los thrillers. ¿Por qué se decide por el imperio romano?

Me gusta; es un periodo interesante de la historia. Llevo cerca de seis años investigando sobre Roma; siempre ha despertado mi curiosidad y llamado mucho la atención el periodo final del imperio romano; además, veo muchos parecidos en su “ocaso” con la decadencia que se está viviendo en nuestra sociedad actual. Las indagaciones que he llevado a cabo para elaborar la novela me han permitido intuir el por qué el mundo actual está como está.

¿Por qué?

Porque la ambición humana sin límites, las ansias de poder, la utilización de cualquier método para alcanzarlo, aunque no sea lícito, va implícito con los seres humanos. Se repite a lo largo de la historia, es una constante.

¿Similitudes con nuestra sociedad por la inestabilidad política en Roma en el siglo III?

Salvando las distancias ¡claro! En Roma en aquella época hubo hasta 29 emperadores. Vivieron tiempos convulsos. Solo en el periodo que discurre la novela -entre 227 y 286- podemos contar nueve. Los seres humanos siempre tienen los mismos intereses. Antes existían igualmente las corrupciones, las guerras. En este sentido, no ha cambiado nada. Por esto mismo insisto en que aquellos tiempos tienen ciertas semejanzas con algunos que hemos/estamos viviendo.

¿Se detecta también cierta decadencia en la política, en el mundo occidental?

La Unión Europea (UE) está en crisis; contemplo con preocupación y tristeza ese declive en la política occidental; la calidad de muchas personas que se dedican al ejercicio de lo público deja mucho que desear. A nivel económico tampoco pasamos por los mejores momentos; la decadencia está ahí. Occidente está perdiendo sus señas de identidad en las que se sustentaba desde hace siglos.

“Me preocupan las similitudes entre el ocaso de Roma y situaciones en nuestra sociedad”

El filólogo Emilio del Río Sanz me decía en una entrevista que las culturas griega y romana crearon las bases de nuestra democracia. ¿Lo cree así?

Por supuesto, nuestra manera de afrontar el mundo y la vida provienen de ahí. Por eso es interesante la historia de Roma y de Grecia para comprender mejor el mundo en el que vivimos y arrojar luz de nuestras raíces y nuestra lengua. 

¿Los clásicos, las historias de Roma han dejado de interesar?

No. Creo que sí interesan y mucho, sobre todo, el imperio romano. No hay más que ver la cantidad de películas, de novelas que hay sobre esta temática. Lo que ocurre es que el latín y griego apenas se enseñan ya; no caben en los planes educativos; lo que estudia en la ESO es muy poco y las humanidades no están en la primera línea de los intereses académicos. 

¿A los jóvenes los clásicos les resultan aburridos?

Si narramos la historia de forma aburrida, les puede acabar cansando. Lo que tenemos que hacer es aprovechar las maravillosas herramientas del mundo actual para difundir la historia. Internet es un instrumento perfecto, si se utiliza bien, para ver cosas que, de otro modo, sería imposible acceder a ellas. Se puede transmitir la historia por medio de los nuevos canales: podcasts, Instagram. Estos, y otros también, son formatos que agradan muchísimo a las nuevas generaciones de chicos y chicas. El podcast El ocaso de Roma así nos lo indica. 

Su libro toca aspectos temas de plena actualidad como el matrimonio, la familia y otras relaciones.

No solo de plena actualidad, sino que son temas eternos: la familia, los hijos, el cambio de mentalidad, los nuevos valores. Es decir, nosotros veníamos de una Roma durante los últimos siglos, los valores eran siempre los mismos: la religión cívica, el culto al emperador, ese tipo de cosas que vemos en las películas. Y de repente nos acercamos a una Roma donde todo eso está desapareciendo y donde surge una nueva verdad que es el cristianismo y, de alguna manera, en las siguientes novelas, a través del podcast iremos viendo. Seremos testigos de cómo Constantino aprovechará la nueva religión para utilizarla como un arma para hacerse con el poder. El cristianismo era la nueva religión hasta hace poco tiempo.

“Las guerras y la corrupción siempre han existido; en esto no ha cambiado nada”

La relación entre Helena y Constancio es una de las subtramas que recorren el libro 

Somos testigos de su deterioro paulatino. El matrimonio vive separado durante años a causa de la movilización de Constancio para luchar en distintos frentes, primero, y de sus cargos políticos, después. Lejos del hogar disfruta de su vida sexual con la esclava Briga, aunque cuando desnuda sus verdaderos sentimientos reconoce que no ama a mujer alguna. 

¿Ha convertido en ficción hechos reales de la historia?

Hay partes de la novela que sí; es un trabajo laborioso y muy imaginativo a la hora de crear los personales. Los grandes autores como Miguel Delibes y José Luis Corral, entre otros muchos, también lo han hecho en sus obras; siempre me ha gustado como iban entremezclando las tramas de sus historias y en la novela me he inspirado en ellos. No ha sido sencillo. Pero creo que así llegar a más gente. 

¿A quién va dirigido su libro?

A todas aquellas personas que les guste la novela histórica y la literatura; es una novela histórica literaria. Las históricas son, más o menos, un compendio de datos donde se juzgan una serie de personajes. Aquí no solo prima el contexto histórico, sino también los personajes. He intentado cuidar la prosa, los diálogos y las pequeñas situaciones cotidianas que viven estos personajes. Está enfocado sobre todo a la gente que le gusta la novela histórica, la literatura y la novela en general. Y si luego, encima, les gusta Roma, mejor. Pero aunque no les guste Roma es una bonita forma de acercarse a esta Roma desconocida, a este mundo cambiante.

¿Y sus lectores?

Me daría por satisfecho si consiguiera que a los lectores les picara un poco más la curiosidad por la historia, principalmente, a la gente joven. Eso sería maravilloso.

Quién es

Pasión por el Medioevo. Carlos de Miguel (Valladolid, 1974). Licenciado en Historia (Medieval) es un apasionado del mundo antiguo y medieval, así como por la literatura, dedica su vida a la enseñanza y a la divulgación histórica. 

Docencia. Actualmente ejerce de profesor de Geografía e Historia y es autor del reconocido podcast El ocaso de Roma, dedicado al estudio y análisis del bajo imperio romano y de la antigüedad tardía.

Primera novela. Con El ocaso de Roma nos traslada a finales del siglo III. En sus páginas asistimos al inicio del declive de un sistema que había conocido un crecimiento y un éxito ininterrumpido durante siglos, liderado por grandes estadistas y militares. “El atardecer de un imperio, su lento ocaso, fue también el principio de una nueva Roma”, señala.