Si eres un apasionado de David Bowie, la estrella del pop más rutilante y pionera en el uso de la imagen, el vestuario y la fotografía, Bowie Taken by Duffy es tu exposición. Esta semana se ha inaugurado en Madrid, en el Colegio de Arquitectos (COAM), el fruto de la colaboración del músico británico con el fotógrafo Brian Duffy a través de más de 150 objetos –música, videos, fotografías, impresiones, objetos y entrevistas– extraídas de sus cinco sesiones compartidas en los años 70. Es su estreno mundial y se mantendrá abierta hasta finales de junio.

Duffy (1933-2010) formó parte del pequeño grupo de fotógrafos pioneros que definieron el aspecto innovador de los Swinging Sixties londinenses, y su formación en arte, moda y diseño le permitió iniciar su carrera profesional en la revista de moda Vogue antes de pasar a la historia del pop como fotógrafo y responsable de todo el concepto visual de Aladdin Sane, el disco que grabó Bowie que cumple medio siglo en 2023 y que contenía clásicos como The Jean Genie y Panic in Detroit.

El éxito de aquella imagen icónica y surrealista de su portada, con el rostro maquillado del músico atravesado por un rayo colorista, provocó que la colaboración artística entre cantante y fotógrafo se ampliara hasta 1980, cuando Duffy, considerado como uno de los 100 fotógrafos más influyentes de todos los tiempos, abandonó las cámaras. Bowie taken by Duffy documenta las cinco sesiones compartidas por ambos, que marcaron la historia del pop, tanto musical como visualmente, en un periodo en el que Bowie editó tres de los mejores discos de la música popular: Aladdin Sane, Lodger y Scary Monsters.

De Ziggy a nº 1

La exposición, que abarca la época del músico conocida como The Golden Years (Los años dorados), al igual que una de sus canciones, incluye más de 150 obras enmarcadas, entre las que se incluyen copias antiguas y de archivo de las sesiones, más de 30 copias Chromaluxe de gran formato con Bowie y objetos originales como cámaras, carteles, álbumes, obras de arte y diseños de vestuario. El recorrido se realiza con la ayuda de su música y gran número de entrevistas filmadas a personas clave relacionadas con Bowie y Duffy, de músicos a productores de cine y música, artistas, maquilladores, peluqueros, actores, diseñadores, periodistas, socios y amigos de ambos.

La primera de las cinco sesiones creativas, realizadas entre 1972 y 1980, fue también el primer personaje de Bowie: Ziggy Stardust en su traje espacial llegando a la Tierra con su guitarra. En la segunda, el dúo creó la icónica portada de Aladdin Sane, mientras que en el tercer encuentro entre ambos artistas dio paso a Thin White Duke durante la gira de Station to Station, donde se ve a Bowie fotografiado en el desierto de Nuevo México en un innovador rodaje al atardecer.

Ya con el músico asentado en Europa, concretamente en Berlín, donde desarrolló su más que interesante trilogía de la ciudad, ambos compartieron la sesión fotográfica de Lodger, con un Bowie que se mostraba como un personaje en caída libre, y la de Scary Monsters, donde el músico aparece como el payaso Pierrot y que, gracias a himnos como Ashes to Ashes o Fashion, fue n.º 1 en Gran Bretaña.

La exposición supone una oportunidad imprescindible, ahora que se acercan días libres con motivo de Semana Santa, para revivir uno de los hitos musicales y estéticos de la historia de la cultura pop. Puede visitarse desde esta semana hasta el 25 de junio, de martes a domingo, de 10.00 a 21.00 horas. El recorrido dura una hora aproximadamente. Entradas a la venta desde 15 euros para adultos y 8 para menores de 3 a 8 años, más 1,5 por gastos de gestión.