El BEC sustituirá este sábado al Bilbao Arena de Miribilla como emplazamiento de Ura bere bidean 2022, el proyecto que agrupa a casi una veintena de cantantes y grupos vascos en torno al cancionero popular euskaldun del último medio siglo. Izaro, Mikel Urdangarin, Maren y miembros de ETS, Gatibu, Su ta Gar, Bulego o Zea Mays harán versiones de himnos vascos de todos los estilos en un escenario de grandes dimensiones y apoyados por la BOS y la Sociedad Coral de Bilbao. “Es más que un concierto, es un punto de encuentro en torno a la cultura vasca”, explican desde la organzación, que espera a casi 11.000 personas.

Será a las 20.00 horas de este sábado 22, en el BEC. “No queda ya nada”, explicaba Jordi Albareda, director de la Fundación Fair Saturday, organizadora del evento, durante los ensayos que tuvieron lugar este miércoles durante toda la jornada. Ura bere bidean es “un punto de encuentro sinfónico de la música vasca desde los años 70 del siglo XX hasta nuestros días”, apostillaba Albareda, mientras el laureado Fernando Velázquez dirigía a la BOS. “Esto no estaba en la escaleta”, indicaba a la mesa técnica mientras se sucedían las pruebas con la iluminación, el sonido y los audiovisuales.

Más de 10.000 personas –“casi 1.400, hemos ampliado todo lo posible y con todos los asistentes sentados”– se concentrarán para ver interpretar en directo himnos euskaldunes de todos los estilos llevados al formato sinfónico por la BOS. Los cantarán los vocalistas y miembros de grupos como Gatibu, Zea Mays, En Tol Sarmiento, Mikel Urdangarin, Izaro, EH Sukarra, Su Ta Gar, Mäbu, Shinova, Maren, Bulego, Urtz, AMAK, Anje Duhalde… El broche de oro lo pondrá la Sociedad Coral de Bilbao en algunos de ellos. 

Muy especial

Albareda niega que Ura bere bidean sea un concierto normal, ya que es un proyecto que “tiene toda la razón de ser, pero no está llamado a existir”, al ser tan complejo en concepción y producción, además de ajeno a “este mundo tan rápido y que busca actividades rentables a corto plazo”. En su opinión, “no es un concierto al uso, es mucho más, un punto de encuentro alrededor de la cultura vasca e intergeneracional y con lugares de origen dispares. Y habrá una gran variedad de artistas, según la época y el estilo que interpretan”, explicó a DEIA.

Además, “no es fácil ver a todos los intérpretes juntos en un escenario, así que desde la organización les agradecemos el esfuerzo de bloquear el día de la actuación, acudir a los ensayos, hacer las grabaciones… Aquí hay que compaginar a muchos artistas con la orquesta y un coro. Es algo a lo que no estamos demasiado habituados y se corren más riesgos”, apostilla Albareda.

Ese “espectáculo especial” tendrá una duración de dos horas, en la que se interpretarán clásicos de la música vasca, de Aitormena a Kaixo!, Heldu da garaia, Lau teilatu, Negua joan da ta, EH Sukarra, Bakezaleak y Euritan dantzan, entre otros. “Nos van a hacer pasar a todos una noche muy emocionante porque cada uno de los temas nos va a llevar a algún sitio, a algún momento de nuestras vidas, desde el más veterano de los participantes, Anje Duhalde, a Maren, la más novel”, explica Albareda para encuadrar “los 45 años de diferencia entre el primer disco que estará presente y el último”.

Escenario impresionante

“Se tiene que ver la mejor versión de la orquesta. Van a tocar para casi 11.000 personas y el concierto se grabará para su emisión en Navidad por ETB, no es un concierto normal”, se escuchaba, exigente, a Velázquez durante los ensayos con la orquesta, repartida sobre un impresionante escenario diseñado por Iñaki Irastorza, responsable de proyectos como Benidorm Fest, La Voz Kids, Los Goya o los Premios Platino.

 El objetivo es “ofrecer un gran espectáculo, de nivel internacional, eso es lo que me pidieron”, explica Irastorza. Para lograrlo, optó en primer lugar por aprovechar el espacio en sus límites máximos, tanto en altura como en amplitud. El resultado es que la BOS no aparece plana, como el año pasado en la primera edición de Ura bere bidean, sino levantada en una especie de “graderío enorme donde queda muy expuesta, al ser la parte principal del show”. El resultado final no esconde a la Sociedad Coral de Bilbao tras la orquesta, sino que la sitúa a ambos laterales.

 “Hay una mayor presencia general y las secciones e instrumentos se podrán discriminar con gran nitidez”, según Irastorza. Y el complemento, además de la luminotecnia y un gran escenario donde podrán evolucionar con comodidad los músicos y cantantes, serán las nueve pantallas verticales, “a modo de escenografía no invasiva, que acogerán las proyecciones, del agua de un manantial al fuego, dependiendo de la canción y el ritmo”. Según el responsable técnico, “prolongan el espacio y lo hacen más amplio, dándole una mayor riqueza visual”.