Rachel Cartier es una de las mentoras de Mewem Francia, un proyecto para pilotar y llevar a cabo un programa de tutoría a escala europea, destinado a desarrollar las capacidades de gestión de las jóvenes profesionales de la industria musical. "Yo tuve un ascenso relativamente rápido, tengo bastantes cosas que compartir con las personas que tutorizo", explicó durante el encuentro. "Los mayores logros que he conseguido ha sido ver cómo personas que he acompañado firmaban contratos, rompían fronteras y ganaban confianza", aseguró en relación a esta red de sororidad.Antes de poder acompañar a otras jóvenes a labrarse su propio futuro en la industria musical, Cartier obtuvo un puesto importante en la plataforma Deezer, para escuchar música en streaming, donde actualmente supervisa las listas de reproducción. "La mayoría no hemos tenido ese acompañamiento, y nos ha costado mucho llegar a donde estamos. Esto nos permite recuperar una asignatura pendiente", explicó la profesional, haciendo referencia a herramientas relativas a cómo negociar un caché o darse a valer frente a una discográfica.

"El mezenazgo consiste en acompañar a una joven empresaria de la música en su carrera", detalló Cartier durante el encuentro en el que especificó que lo más importante suele ser el hecho de poder intercambiar, ya que "hay cosas que es más fácil observar cuando se aplica a otra persona". En ese sentido, la mentora consideró que es "indispensable" esa colaboración con las generaciones más jóvenes para seguir de cerca la "evolución" de la sociedad. "Las jóvenes tutorizadas son mujeres con mucha determinación, y eso es ejemplar", aseveró.

"Estamos construyendo una red de mujeres que van a recomendarse unas otras, incluso para puestos para los que no se han postulado", indicó sobre la sororidad en la industrial, algo que es esencial. "Solemos contratar a personas que se parecen a nosotras. Así que nuestra responsabilidad es buscar oportunidades. Se trata de intentar pensar como un hombre para anticiparse. Crear una especie de girls club para facilitar que las mujeres accedan a puestos clave que ahora no están a su alcance", evidenció.

Preguntada por cómo combatir las desilusiones que a menudo se dan en la trayectoria profesional de cualquiera que intenta hacerse un hueco en la industria musical, Cartier apostó por "compartir la frustración para que disminuya", ya que se trata de cosas por las que han pasado todas. Además, la mentora abogó por "transformar esa energía creativa, para que las cosas cambien y se muevan, con el fin de que se pueda alcanzar aquello que las mujeres de nuestra generación no consiguieron".

Y es que, en palabras de Rachel Cartier, quien se consideró miembro de una generación poco representada en los puestos de poder, en los quince años que lleva en la industria, las cosas han cambiado completamente. "Lo que antes era aceptable en una empresa hoy no lo es. Hay que tomar la palabra", emplazó.