Euskal Museo ha inaugurado una exposición itinerante Puerta internacional de la cultura vasca formada por 20 paneles, que permanecerá hasta el 9 de junio en la explanada del Arriaga y que posteriormente realizará un recorrido por las diferentes localidades vizcainas.

El objeto es dar a conocer cómo será el nuevo museo que abrirá sus puertas en 2024 tras el proceso de renovación integral al que se va a someter. "En este momento, hay en Bilbao dos proyectos de carácter cultural muy importantes: la renovación y ampliación del Bellas Artes y la de Euskal Museoa. Eso quiere decir lo importante que es la cultura para Bilbao y para Bizkaia", ha explicado el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, en la presentación de la exposición. Aburto ha estado acompañado por Lorea Bilbao, Presidenta del Euskal Museoa y Diputada de Euskera, Cultura y deporte, el concejal de Cultura, Gonzalo Olabarria, Sorkunde Aiarza, Directora del Museo Vasco, y Aloña Intxaurrandieta, técnica de la institución.

"No podemos olvidar esa ambición de ser un territorio atractivo y la cultura es uno de esos atractivos. Contamos con una gran red de museos, pero también con un gran museo al aire libre. Teníamos la opción de quedarnos con el museo cerrado, viendo cómo avanzaban las obras, pero hemos decidido sacarlo a la calle", ha señalado el alcalde de Bilbao.

Parte arquitectónica y artística

La exposición consta de dos apartados, en uno se muestra la parte arquitectónica a través de diferentes infografías e información técnica. La remodelación unirá los tres edificios de la institución, que utilizará la tecnología para activar la participación del público.

Según ha destacado Sorkunde Aiarza, en el interior, destacarán espacios como Miserikordia, un gran volumen vaciado, a triple altura, que con su tronco ingrávido, propiciará en su planta baja y primera, conectadas por unas escaleras-graderío, un preámbulo sorprendente, ameno y elegante.

El Claustro, en su planta primera y segunda, será un escenario imponente en el que se exhibirá, se dignificará y se elevará a la categoría de arte el patrimonio. Los arcos distintivos de este edificio, con luz natural, se replicarán perimetralmente en sus paredes laterales generando galerías de arcada con vitrinas. Su diseño lo convertirá en escaparates de en torno a 1.000 piezas.

Por otro lado, para la muestra itinerante se ha realizado una selección de las 50.000 piezas con las que cuenta la importante colección de Euskal Museoa, que formarán parte de la exposición semi permantente del museo. Las fotografías de estas piezas han sido realizadas por el fotógrafo Asier Gómez.

Tras Bilbao, viajará en junio a Armintza, en julio a Bakio, en agosto a Mundaka y en septiembre a Ondarroa. Hasta que abra el museo en 2024 sus puertas, recorrerá otras localidades vizcainas.

Cuadros, objetos, fotografías...

Entre las piezas seleccionadas, se encuentran una linterna mágica, que es un aparato óptico precursor del cinematógrafo datado en el siglo XIX procedente de la vivienda familiar del arquitecto Ricardo Bastida. Se compone de una cámara oscura con un juego de lentes y un soporte para transparencias pintadas sobre placas de vidrio. Se puede ver también la reproducción de Pescaderos vascos, realizada por Alberto Arrue en 1925. Arrue se sirvió de la colección de indumentaria conservada en Euskal Museoa para pintarlo.

Además, no podía faltar el Mikeldi, una figura zoomorfa, que data del siglo III antes de Cristo. Realizada en piedra arenisca, muestra la figura de un animal, posiblemente, un cerdo o un toro. Fue hallada en Iurreta a finales del siglo XIX y trasladada al museo en 1920. Este símbolo es una de las piezas arqueológicas más importantes del País Vasco.

También se pueden ver fotografías como La pareja y Layadoras, de Eulalia Abaitua; el sudario de Nabarniz, una joya textil del siglo XV-XVI que nos permite conocer más de cerca los rituales asociados al mundo funerario en Euskadi; un mascarón de proa para colocar en el tajamar del barco, que procede de Bermeo o una Azkonarra, una pieza de forja decorada con campanillas que se colocaba sobre el yugo del carro de boda que transportaba el arreo. Las piezas se presentan acompañadas por textos en euskera, castellano, francés e inglés.