"Lo primero que quiero contar es que soy médico, estomatólogo, ortodoncista, y que hace un año me diagnosticaron ELA, esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad neurodegenerativa que no tiene tratamiento. La ELA me ha quitado mucho, entre otras cosas, la capacidad de hablar, pero también me ha dado cosas maravillosas. Sin duda, lo más maravilloso que me ha ocurrido este año ha sido recibir la propuesta de Miguel Zugaza de organizar una exposición con las obras de mi colección en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, mi ciudad". Así se expresa el coleccionista José Ramón Prieto, a través de la voz de Ana San José, amiga y compañera de vida, en la presentación de Womanology, que reúne las obras que ha adquirido a lo largo de las dos últimas décadas realizadas por 35 mujeres que despliegan su poderío artístico en la Sala BBK de la pinacoteca.

"Nunca pensé que mi colección iba a ser expuesta públicamente, nunca soñé que mi pasión por el arte pudiera tener este inmenso reconocimiento de exhibir mis obras aquí. Hoy es un día muy importante en mi vida y estoy inmensamente feliz", confiesa. Prieto jamás planeó de antemano adquirir solo obras creadas por mujeres, su colección se fue tramando progresivamente, al tiempo que descubría artistas y obras que tenían que ver con sus experiencias y con su gusto personal.

"Esta colección comenzó hace ya 25 años con la adquisición de artistas de obras locales, pero rápidamente se hizo internacional. Siempre me interesó y me sigue interesando la visión del mundo que tienen las artistas de mi tiempo y la forma en la que proyectan en sus trabajos sus inquietudes políticas sociales y culturales, cómo el arte refleja su tiempo, el amor y la muerte, cómo lo entienden y cómo lo expresan las artistas de mi generación, siempre seducido por el lado femenino", aclara.

El director del Bellas Artes, Miguel Zugaza, explica que desde el principio que había conocido la existencia de esta colección se sintió interesado por ella. "La historia del arte, mal que nos pese, es regresiva en cuestiones de género, según nos retrotraemos a épocas pasadas resulta más difícil encontrar ejemplos de mujeres artistas cuya obra se haya conservado en los museos. En nuestra colección, tenemos que esperar al siglo XIX para encontrarnos con las primeras artistas, una ausencia difícil de reparar en términos históricos pero inaceptable en nuestro tiempo".

ARTE EN EL CENTRO DE BILBAO

Zugaza conoció a José Ramón Prieto en el Prado "cuando se sumó con Ana al grupo de patronos internacionales del Museo. Una de las cosas que hice cuando volví a Bilbao fue preguntar por esa misteriosa colección, sin embargo, como honra a un coleccionista tan apasionado y discreto como es José Ramón, tuvieron que pasar tres años antes de que, en una tarde otoñal, nos recibiera en su casa en el centro de Bilbao. Ya nada más entrar en el umbral el arte reclamó nuestra atención; las habitaciones se comunicaban a través de miradas, a veces discretas, otras veces insolentes e incluso desesperadas de todas las mujeres artistas del mundo que reunía la colección".

El director del Museo deja claro que "no es una colección de género en sentido académico, y tampoco de corte feminista ya que si lo fuera las obras convocadas serían otras. El conjunto multicultural y pluridisciplinar se reúne en torno a una corriente de sensibilidad compartida, de afecto y de admiración", incide Zugaza.

RECORRIDO

Comisariada por Lourdes Fernández, la exposición está compuesta por 43 obras de 35 artistas de todo el mundo. "José Ramón y Ana han recorrido museos, ferias, bienales de arte por todo el mundo, descubriendo experiencias y activando recuerdos que han conformado lo que hoy es su colección", explica la comisaria. La muestra se abre con una obra audiovisual de Susan Phillipsz, Too much I once lamented (Demasiado me lamenté una vez), "que crea una ambiente sonoro que define el espacio de la exposición. Desde el principio, José Ramón buscó esta obra, al advertir la necesidad de incluir una pieza de música, disciplina que conoce, practica. Él mismo lo sugirió como un prólogo que incita a la reflexión, la introspección y el silencio. Creo que ha sido una de las claves del montaje".

La misma sala alberga dos fotografías de Marina Abramovic, instantáneas de performances que ella misma protagoniza. Lourdes Fernández destaca una obra de la norteamericana Kara Walker, que plasma su sensibilidad hacia el hecho de ser una mujer afroamericana. "Hecho que tomó mayor conciencia cuando su familia se trasladó de California a Atlanta, cuna del Ku Klux Klan. El interés por mostrar sus inquietudes sobre la raza, el género, la sexualidad o la violencia, convierten sus obras en una herramienta para examinar los orígenes de la desigualdad racial en Estados Unidos, tan presente aún hoy en día".

La comisaria destaca también la obra de Lynette Yiadom-Boakye, artista británica de padres originarios de Ghana, cuya pintura Womanology da título a la muestra, y una de las artistas más jóvenes de la colección. Actualmente, tiene una exposición individual en la Tate Britain que debía haber viajado al Guggenheim Bilbao y que ha sido pospuesta debido a la pandemia.

Con motivo de la exposición se ha editado un catálogo en el que intervienen la historiadora Manuela Mena, que desempeñó el cargo de jefa de Conservación de Pintura del siglo XVIII y la historiadora Ángela Molina.

NUEVA ADQUISICIÓN

Zugaza ha anunciado también durante la presentación de la exposición la adquisición de una obra de Sofonisba Anguissola, una pintora italiana considerada la primera artista de éxito del Renacimiento. Se trata de Desposorios míticos de Santa Catalina, una pintura que ha sido descubierta recientemente, lo que supone una extraordinaria novedad en su escasa producción religiosa conocida.

La obra participó en la exposición Historia de dos pintoras: Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana, que tuvo lugar en el Prado en 2019. Hasta ese momento, el cuadro había permanecido inédito. Cuelga ya en la sala G del Museo de Bellas Artes de Bilbao.