El pueblo de Lekeitio convivió durante seis años con la emperatriz Zita. Ocurrió cuando el rey español Alfonso XIII alojó en la villa costera vizcaina a la máxima representante del imperio austro-húngaro derrotado en la Gran Guerra. El monarca dio auxilio a esta figura histórica y sus hijos tras fallecer su marido en Madeira. Este es el contexto histórico del nuevo libro de Anton Arriola Boneta (Durango, 1967) titulado El diario de Josef Barath y publicado por Erein. En esta nueva entrega de la saga del detective-antropólogo y exjesuita Ander Azurmendi, "el autor combina el ritmo frenético del thriller con la evocación de hechos históricos de nuestro pasado", valoran desde la editorial.

En declaraciones a DEIA, Arriola define su quinta obra como "la más histórica". Así, sus dos anteriores publicaciones El caso Newton y El negro y la gata, "eran más thrillers. Este nuevo combina el thriller y la ficción histórica". El libro hace gala de un vocabulario muy enriquecedor y trae del recuerdo cómo era la vida de la emperatriz Zita y su corte en el palacio Uribarren que durante la Guerra Civil, finalmente, quemarían "unos milicianos".

La trama de este nuevo tomo presenta al Sherlock Holmes de Arriola, el ya conocido Ander Azurmendi, que viaja a Lekeitio tras los pasos de Josef Barath, uno de los miembros claves de la corte de la emperatriz Zita. "Barath es un personaje ficticio", matiza el autor, que en su libro hace uso de dos narradores en primera persona. De su manuscrito se traslucirá que se articuló una oscura conspiración, cuyo objetivo último no era otro que restituir al infante Otto de Habsburgo en los tronos de Austria y Hungría. "Barath, preceptor del heredero, resultará ser una de las puntas de lanza de la sangrienta confabulación. Pero las pesquisas del protagonista comienzan a ser entorpecidas por una mano negra; una mano poderosa que no está dispuesta a dejar desenterrar el pasado", pormenoriza.

"Lekeitio fue muy solidario con una familia que lo había sido todo y se quedó en la nada"

Autor de 'El diario de Josef Barath'

Todo esto ha motivado que en el pueblo de Lekeitio la nueva novela lleve un ritmo de ventas muy positivo, así como en el resto de Euskadi. "Zita no se mezclaba con el pueblo. El Ayuntamiento les regaló un bote y salían con el botero Damián. Lekeitio fue muy solidario con una familia que lo había sido todo y se quedó en la nada tras su destierro en Suiza y Madeira", detalla Arriola, y explica que el primogénito Otto, cuando se casó, en su primera parada del viaje de novios "vino a Lekeitio", prueba de su agradecimiento. Pero este nuevo libro, que debería haber visto la luz en abril de 2020 y que la pandemia paró, va más allá. Sus 350 páginas presentan muchos enigmas, misterios, incógnitas a resolver en un mundo no tan liviano como cabe esperar en una corte. "Entre los personajes tiene peso Wilhelm Wakonigg", señala en referencia al cónsul austriaco que acabaría fusilado en el cementerio de Derio por haber intentado sacar de Bilbao documentos con las claves de la defensa de la ciudad. "Solo su figura da para una novela, trágica. Fue ya espía en la Primera Guerra Mundial, trabajó para los nazis y con el bando sublevado contra la Segunda República", subraya.

Anton Arriola, licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Deusto y MBA por la Universidad Luigi Bocconi, logra que la incertidumbre te lleve a leer más, a avanzar en el tomo. Tras nacer en Durango y pasar su infancia y juventud en Bilbao, vivió en Milán, Nueva York y Londres, trabajando en el entorno empresarial durante dos décadas. Hoy, narra esta fabulosa historia que Lekeitio, y por ende Bizkaia, custodia.