Puede que el paso del tiempo no esté siendo justo con la obra de Prince, cuya estela, refulgente y exitosa en los años 80 junto al triunvirato de megaestrellas formado por Springsteen, Michael Jackson y Madonna, ha ido perdiendo brillo e influencia en el siglo XXI. La edición ampliada de su disco Around The World in a Day (Warner), en su cuadragésimo aniversario, y la edición del libro Prince. La historia detrás de sus 684 canciones (Blume), escrito por Benoit Clerc y repleto de información, curiosidades y anécdotas, sirven de acicate para recuperar una discografía tan jugosa como mestiza y difícilmente abarcable.

Los 80 fueron la década de Prince Rogers Nelson, nacido en Minneapolis y fallecido en 2016. Cantante, compositor, director de banda, intérprete, multiinstrumentista, productor discográfico, actor, director de cine y pionero en la defensa de los derechos y las libertades de los artistas, debutó en 1978, tocó todos los palos del jugoso árbol de la música negra y lo blanqueó con arreglos pop y rock, para convertirse en uno de los músicos más exitosos de la música popular, con ventas superiores a los 150 millones de álbumes.

Con motivo del 40º aniversario de Around the World in a Day, se publican una ediciones ampliadas de un disco que fue n.º 1 en Estados Unidos aunque siempre se ha considerado menor en su discografía, quizás porque venía del éxito estratosférico de la película y disco Purple Rain. De espaldas a las listas de ventas, lo grabó “para mí y para mis fans”, como recoge el libro de Benoit Clerc. Es un disco a caballo entre la experimentación y la introspección aunque también contaba con piezas de innegable hechizo pop como Rasperry Beret, un hit fresco, alegre y bailable.

Lanzado el 22 de abril de 1985, Around The World In A Day llegó tan solo 15 días después del final de la gira Purple Rain y se lanzó sin single prefijado, sin conciertos, sin vídeos, ni siquiera nuevas fotos promocionales. Desafió a las reglas establecidas y, en este caso, las ganó. Álbum que ahora se reedita en dos compactos y tres vinilos con versiones extendidas y temas de aquellas sesiones que quedaron fuera como Hello y Girl, es un disco que se abre con su tema titular, con sonidos orientales y psicodélicos en los que el autor canta sobre la necesidad de “abrir el corazón y la mente”.

Además, en el medio tiempo pop Paisley Park adelanta su “paraíso soñado”, el que luego fuera su estudio de grabación y casi residencia oficial dado el tiempo que pasaba en él; se pone amoroso con la balada r&b Condition of the Heart, solo de jazz incluido, y patriótico en la rockera America; nos hace bailar con el funk pop de Pop Life; desafía a la censura con el funk sintetizado que es Tamborine, una clara oda a la masturbación en la que canta “yo conmigo mismo, me toco la pandereta”; juega con el spoken word y lo orquestal en The Ladder…

Libro enciclopédico

El libro de Clerc, Prince. La historia detrás de sus 684 canciones, ofrece todas las claves de este disco reeditado… y del resto de su discografía a lo largo de 650 páginas de gran formato y magníficas fotos coloristas que ofrecen una nueva mirada a su extensa obra del artista y detalla minuciosamente la génesis de todas sus canciones, desvelando los secretos de una discografía espectacular.

Leyendo este tomo enciclopédico lo sabrás (casi) todo sobre un artista que debutó con For You, en 1978, y cuya obra resultó difícil de seguir después de que dejara su nombre y lanzara sus trabajos, en su última etapa artística, con diferentes acepciones, El Símbolo incluido. El libro recoge toda la información que puedas imaginar sobre cada uno de sus discos: del disco funk de sus años mozos a su asentamiento comercial con Dirty Mind en 1980, década en la que brilló con una visión pop el citado Purple Rain o 1999, cuando buscó “un público más amplio” con el apoyo de MTV. Aquella década grabó su obra maestra, Sign of the Times, el disco de Slow Love y I Could Never Take the Place, en el que contraponía el amor como remedio para unos tiempos de peleas callejeras en L.A. y el ascenso del Sida.

El libro ofrece información sobre el estado personal de Prince en cada disco, al igual que como utilizó sus instrumentos y sus colaboraciones con sus músicos y grupos, que apenas le duraban unos pocos años, al igual que sus conquistas. Por sus páginas pasan sus novias/colaboradoras femeninas de cada época, anécdotas, curiosidades varias… Por ejemplo, en Head, incluida en Dirty Mind, usó el primero de sus muchos gemidos y en Diamonds and Pearls se zambulló con el rap aunque el primer guiño llegó en Parade, en la canción Girls & Boys.

Tacones y traseros

El de Minneapolis, que apareció desnudo y rodeado de flores, como una virgen, en la portada de Lovesexy, su “disco para Dios”, solía llevar tacones altos no porque fuera corto de estatura –que sí lo era, 1 metros y 57 centímetros–, sino porque “les gusta a las mujeres”, justificaba. Entre las múltiples revelaciones aparece que Nothing Compares to You, que cedió a Sinead O´Connor, se la dedicó a su asistente personal, Sandy Scipioni, y que Michael Jackson intentó que Prince cantara con él en Bad, a lo que este se negó. ¿Por qué? Por un verso polémico: “tu trasero es mío”. Y para quien tenga memoria frágil, se cuenta todo de su canción Love Song, compartida con Madonna. Apareció en Like a Prayer, pero su autor le impidió que saliera como single. El libro es lectura obligada para sus fans… y los de la música popular en general.