muchas desgracias en AC/DC en los últimos seis añosRock or bustPower up

La demencia senil de Malcolm, que derivó en muerte en 2017, los problemas auditivos de Johnson y el arresto por posesión de drogas y acusación de asesinato del batería Phil Rudd son ya asuntos pasados ante la publicación del nuevo álbum de AC/DC, esperado con ansia por millones de seguidores que veneran su inmovilismo estilístico en el casi último medio siglo y su pasión por el viejo hard rock de raíces blues, las bases monolíticas y los solos de guitarra pirotécnicos.

Grupo intergeneracional e interclasista, AC/DC vuelve cuando casi nadie les esperaba. Las desgracias parecían haberles apartado del circo del rock cuando anunciaron la publicación de Power up, su 17º disco de estudio, en el que Johnson vuelve al micrófono, al igual que su mítica sección rítmica, compuesta por el batería Phil Rudd y el bajista Cliff Williams, que llevaba en el grupo desde 1978 y que ha superado los vértigos sufridos en la última gira de la banda.

“Volvimos al estudio y la vieja magia estaba ahí, como el vínculo de gente que lleva tocando junta cuatro décadas”, ha explicado Johnson a NFL Network. Power up agrupa una docena de canciones poderosas y lo encabeza un título que, según Angus, “resume el álbum”, marcado por la energía y la electricidad. “Y resume el espíritu de la banda, su poder; además, sonaba muy divertido”, según Angus.

Inicialmente se llegó a correr la voz de que el disco incluía guitarras grabadas por Malcolm. No es así, pero algunas de las canciones incorporan riffs compuestos por él en solitario o con su hermano. Angus ha decidido revisar en los archivos y recuperar algunos que se acoplan al estilo del grupo y “merecían hacerse públicos”. El álbum cuenta con la producción de Brendan O´Brian, que ha colaborado con Pearl Jam, The Black Crowes, The Offspring y Bruce Springsteen, entre otros músicos y grupos.

El disco se presentó con Shot in the dark, un futuro clásico de AC/DC que avanza como un apisonadora y que, según Angus, “te da ese empujón de adrenalina para que la sangre bombee”. Cuando regresen a los directos, será uno de esos himnos que harán que la audiencia “se agite y se mueva” con un disco en el que todo suena ya a escuchado con anterioridad… pero funcionará para sus fans, como sucede desde el inicial Realize con la sección rítmica apabullando, la garganta de lija de Brian, un estribillo fácil y reiterativo, el solo habitual de Angus…

El resto es más de lo mismo, hard rock a la enésima potencia ejecutado por setentones con ganas de rockear con el pesado y lento Rejection; el melódico y casi AOR Though the mist of time; las raíces del blues amplificado Kick you when you’re down y más pausado en No man’s land; el demoníaco Demon fire; la coreable Money shot o un Witch’s spell en el que Brian juega más que nunca a ser Robert Plant y aporta un magnífico riff de guitarra y un ritmo cortante. Ni un paso atrás y explotando la vieja fórmula.