Bilbao - El Guggenheim Bilbao reducirá su factura de la luz, mejorará la capacidad de la conservación de las obras de arte y la reducción de la huella de carbono que emite anualmente. Estos son tres de los objetivos que se propuso el museo al aprobar el cambio de iluminación de sus salas con lámparas led.

La tecnología led se está implantando paulatinamente en las salas del Guggenheim y concluirá el año próximo. Un cambio que, aunque en muchas ocasiones pasa desapercibido para el espectador, influye de gran manera en la mejor contemplación de las obras de arte, como quedó demostrado ayer durante la visita realizada a las galerías junto con el director general del Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte, y el director técnico de Exposiciones y Conservación, Daniel Vega. Frente a Nueve discursos sobre Comodo, la obra del artista estadounidense Cy Twombly, que el museo adquirió en 2006, la diferencia era abismal con la nueva tecnología. La serie, convertida con el paso del tiempo en viga maestra de la carrera de su autor, se muestra en una sala de paredes curvas que hacen destacar el color y la unidad del conjunto y que la nueva tecnología permite percibir los detalles con todo su esplendor, cambiando la experiencia sensorial del espectador.

leds especiales Con la nueva iluminación led, que no se ha empezado a implantar hasta que la tecnología en este campo ha estado lo suficientemente desarrollada para ofrecer una iluminación de calidad y que garantice la mejora de la conservación de las obras de arte, se puede alcanzar una temperatura del color -la tonalidad dominante de una fuente de luz que se percibe como blanca- de la lámpara cercana a la de la luz natural, entre 3.000 y 4.000 grados Kelvin frente a los 6.000 o 7.000 grados Kelvin de la luz natural.

Otra ventaja es que las lámparas led se pueden regular, aumentando o disminuyendo su potencia lumínica, según lo requieran las salas y las obras expuestas, de forma inalámbrica, con lo que se eliminan los inconvenientes de tener que hacerlo de forma manual, añadiendo o quitando focos, como se hacía con la iluminación halógena.

El proyecto para implantar la tecnología led en el Guggenheim Bilbao se aprobó en 2017 coincidiendo con el vigésimo aniversario del museo. El objetivo era la sustitución progresiva de las luminarias halógenas por las led y para ello, en 2018 se adjudicó la contratación de estos equipos al fabricante austriaco Zumtobel, empresa líder del sector que ha firmado la iluminación de edificios como el Maxxi ,en Roma; el Stadel Museum, en Fráncfort; el Kunsthistorisches Museum, en Viena, y el Museo Jumex, en Ciudad de México.

La instalación de los led en la segunda y tercera planta del museo terminó recientemente y en 2020 se irán colocando en la primera planta y en los espacios de circulación de las tres plantas. Más de 3.000 lámparas led de última generación, más respetuosas con los pigmentos que emplean en las obras sobre papel y los lienzos al óleo, que supondrán un ahorro en la factura energética de 250.000 euros al año. "En solo cinco años el Guggenheim habrá amortizado 1.250.000 euros de sus recursos propios que se gastará en la renovación de la iluminación", explicó Vidarte.

"Cuando se concluya la sustitución de las antiguas lamparas halógenas se conseguirá un ahorro del 92% del consumo de energía y además el gasto en iluminación se reducirá también, ya que las lamparás tienen una duración de 35.000 horas frente a las 1.500 de las halógenas", señaló Daniel Vega. Las luminarias led permiten además un rango de potencia de iluminación de entre sesenta lúmenes para las obras sobre papel, las más delicadas de conservar, y los 4.000 lúmenes para las obras más resistentes, como las esculturas. "Los focos halógenos ofrecían una temperatura de color fija de 2.700 grados Kelvin", informó Daniel Vega.

Este ahorro incidirá, además, en la reducción de la huella de carbono que emite el museo, disminución que sus responsables estiman en 335 toneladas menos de CO2 a la atmósfera.