bilbao - Al igual que hiciera en la pasada temporada con Obabakoak y Bernardo Atxaga, Calixto Bieito vuelve a enfrentarse al reto de llevar a escena una gran obra de un autor vasco de primer nivel, Mendi Mendiyan, de Usandizaga, en la que es una de las grandes producciones propias del Arriaga de la temporada. El director artístico del teatro bilbaino está entusiasmado con este nuevo proyecto, que se representará mañana, día 20, y el sábado 22, en el teatro bilbaino, y el 29 en el Kursaal.

La soprano que encarnará el papel femenino principal de la obra, la lituana Ausrine Stundyte, lleva meses estudiando euskera. Completa el reparto el barítono Christopher Robertson, afincado desde hace años en Bilbao, y los cantantes vascos Mikel Atxalandabaso, Olatz Saitua, José Manuel Díaz y Gexan Etxabe. El estreno en Donostia coincidirá también con la puesta en escena de Obabakoak en la ciudad alemana de Stuttgart.

Está que no para... Acaba de regresar de Amberes, donde ha agitado conciencias con la dirección de ‘Las benévolas’ de Hector Parra...

-Las benévolas ha sido un trabajo muy duro, de más de dos años, tengo ofertas hasta 2026. Cuando acepté la dirección artística del teatro bilbaino fue una de mis peticiones, poder compaginarla con otros proyectos profesionales, pero tengo un equipo en el Arriaga que funciona muy bien y me permite acoplar bastante bien las agendas, aunque para hacer esta ópera he tenido que cancelar unos ensayos de una obra en alemán. He adaptado mi calendario para Bilbao.

Ha preparado un broche de oro para cerrar temporada, ‘Mendi Mendiyan’ de Usandizaga.

-Conocía a Usandizaga, por supuesto, pero más por Las golondrinas y La llama que por Mendi Mendiyan. Estaba leyendo sobre él, por pura curiosidad, y pensé que podríamos realizar una nueva producción de esta ópera, es una obra excepcional, fenomenal. A mi equipo le pareció estupendo, tenemos una gran sintonía entre todos. Yo he hecho verismo italiano y me gusta más esta ópera. Este argumento es perfecto, no tiene lagunas... Creo en el proyecto de universalizar el euskera. Insisto: debería estar en el repertorio de los grandes templos de la lírica europea. Es una verdadera lástima que no se haya hecho ni en Madrid ni en los escenarios líricos de España porque es mejor que algunas óperas del verismo italiano. Es una opera redonda, el libreto y la música casan perfectamente.

Sus personales montajes teatrales y operísticos no dejan indiferente al público. ¿Llevará también su sello ‘Mendi Mendiyan’?

-Siempre hago cosas muy diferentes, no se va a parecer a ninguna de mis demás obras. Lo que sí tengo que dejar bien claro es que no es una obra folklórica, porque no lo es. Tendrá solo nueve minutos de música folklórica... Es una opera simbolista, más cercana a Wagner y a la tradición francesa y verista, un drama, una tragedia, una historia de un asesinato. El vestuario es intemporal, podría desarrollarse en los años 60, 70 u 80 en el mundo rural.

¿Y el hecho de que sea una ópera en euskera no le crea presión?

-He dirigido en muchos idiomas, ahora voy a trabajar mucho también en Praga, en checo, que no hablo. He hecho producciones en Rusia, en Suecia... El idioma no es problema, además el euskera me gusta mucho, tiene una sonoridad muy bonita. Ahora identifico cuando es de Gipuzkoa o de Bizkaia, el primero es más suave. Pero no lo hablo, llevo un diccionario en mi iPhone y en mi Ipad por si tengo alguna duda. De todos modos, conozco muy bien la cultura vasca, mi infancia fue en Miranda de Ebro, las costumbres son muy parecidas. Mi juventud fue catalana y ahora llevo 30 años fuera.

¿Sigue viviendo entre Basilea y Bilbao?

-Viajo mucho, pero bueno, estoy muy acostumbrado a los aviones, a veces he sufrido, porque tengo un poco de miedo. Depende de cómo esté, si estoy muy cansado me da un cierto respeto. Pero sigo teniendo casa en Basilea, me relaja mucho esta ciudad suiza, y vengo mucho también a Bilbao. Me gusta mucho esta ciudad, también a mi mujer y a mis hijos. Vamos al Guggenheim, al Bellas Artes, ahora lo que tengo muchas ganas es ir a ver la exposición de Zuloaga. Hago mucha vida en Bilbao, voy a restaurantes porque no cocino, me gusta hablar con la gente... En Basilea me siento muy relajado, pero en Bilbao también. Me gustan de las dos ciudades, la gente es muy discreta y eso lo valoro mucho; en Madrid todo son rumores, comidillas... En Bilbao eso no existe.

¿A Calixto Bieito le afectan las críticas? ¿Lo pasó muy mal con la controversia que se originó cuando se estrenó ‘Carmen’ de Bizet?

-El público reaccionó bastante violentamente. No pienso mucho en ello, ahora me afecta otro tipo de cosas más sociales, como la injusticia... Pero, lógicamente no es agradable que cuando estás con tu niño de tres meses y tu mujer algunos de los espectadores que salen del Liceu te empiecen a chillar. Algo tan agresivo es incomprensible.

Lleva dos años al frente de la dirección artística del Arriaga. ¿Qué balance hace de este periodo? ¿Se siente reconocido?

-Estoy muy contento. Siento el respaldo del público, la última reunión que hice con los amigos del Arriaga estaba llena, y eso me anima mucho. Intentamos hacer las cosas lo mejor posible, con una programación muy amplia, muy diferente, muy variada. Cada vez nos visitan más directores de otros teatros; el otro día me dejó una nota Eva Wagner, la biznieta del compositor, estaba entusiasmada, el teatro le pareció maravilloso, nunca había estado. Creo que el Arriaga está cada vez más conectado con la cultura europea. Además, tengo mucha complicidad con los actores vascos.

¿Está en sus planes dirigir alguna otra ópera en euskera?

-Hay otra que me gusta mucho, Gernika. Existe mucho material y me gustaría además crear nuevas óperas en euskera; hay muchos compositores que lo podrían realizar, aunque muchos no viven en Euskadi.

Cuando llegó a Bilbao dijo que en el Arriaga, además de euskera y castellano, se iba a hablar diferentes lenguas. Y también al revés, que en Europa se iba a hablar euskera con el Arriaga. El día 29 se representará ‘Obabakoak’ en Stuttgart.

-Mendi Mendiyan se merece un lugar en el repertorio europeo, pero hay producciones como Obabakoak, de Atxaga, también en euskera, que se merecen un lugar en los teatros de Europa. Me hace mucha ilusión que el día 29 se pueda ver en Stuttgart. Es una producción maravillosa, digna de representarse en los mejores teatros.

Ha presentado la programación para la próxima temporada. ¿Cuáles son sus principales apuestas?

-La programación de la próxima temporada, que estará conformada por más de 80 espectáculos de todo tipo y formatos, es muy abierta; queremos atraer a nuevo público, pero por supuesto, mantener el habitual. Todo el mundo que hace producciones en España quiere venir al Arriaga, y eso es para estar orgulloso. ¿Qué destacaría de la nueva temporada? Hay una oferta para todos los gustos, pero una de las grandes apuestas es Madre Coraje, una versión en euskera y castellano de la obra teatral fundamental del dramaturgo y poeta alemán Bertol Brecht. Estamos cerrando el reparto, pero estará protagonizada por la actriz vasca Itziar Lazkano y dirigida por María Goiricelaya. En la nueva temporada, vamos a apostar por lo local y por combinarlo con la aportación de artistas y creadores internacionales; es muy bueno este intercambio de experiencias. El programa de danza es también francamente bueno, los pequeños conciertos son de una la calidad espectacular.

El 250 aniversario de Beethoven motiva otra de las grandes producciones que el Arriaga propone para la próxima temporada, que además llevará el sello de Bieito.

-Voy a dirigir una propuesta artística con la música de Missa Solemnis, una de las grandes obras del compositor Ludwig van Beethoven. Estoy en ello.

Su ‘Carmen’ habla de la violencia machista, su ‘Die Soldaten’ sigue la experiencia vital de Marie, una joven que sufre una violación en grupo por parte de unos soldados... Además, tres de los más importantes producciones de la próxima temporada estarán dirigidas por tres mujeres.

-No me tengo que forzar por ser feminista, no hago nada especial, lo tengo siempre en la cabeza por mi abuela, por mi madre, por mi padre, que no fue una persona nada machista, cocinaba, hacía todo en casa... Vengo de una familia muy tolerante, muy obsesionada para darnos cultura... Mi hermano es músico profesional, mi madre canta en una coral en Catalunya. Era una familia muy humilde pero la cultura era muy importante.

¿Qué otros proyectos tiene en mente en la actualidad?

-Tengo muchas coproducciones en la cabeza, tengo ganas de hacer ópera contemporánea, continuar haciendo barroca, y tengo un proyecto muy ilusionante entre manos, me gustaría hacer en euskera las tragedias históricas de Shakespeare con una compañía vasca.