bilbao - Mäbu, el grupo liderado por María Blanco Uranga (voz y guitarra), junto al ex-Pilt Txarlie Solano (bajo, teclados y coros) y César Uña (batería y percusión), presentó ayer Buenaventura (Warner) en la sala Azkena de Bilbao. Su tercer disco tiene “un pie en el pop indie y otro en la canción de autor”, según María, hija del dúo Sergio y Estibaliz.

¿El título del disco tiene que ver con la fortuna, al no hacer música comercial y seguir vivos?

-Son muchos años de estar en ese punto tan raro donde la prensa es incapaz de ubicarte, pero la gente que es fan te lleva a fuego y seguirá con nosotros siempre. De hecho, son cada vez más y creemos tener mucha suerte. Es la mejor palabra que define nuestra carrera y el mejor disco para defenderla.

El CD surgió en la última gira (superan ya los 200 conciertos) del anterior o se paró porque necesitan tranquilidad para componer?

-Son tres años girando y componiendo a la vez. Realmente creemos que el proceso de composición debe de ponerse también como punto de partida del escenario. En nuestro caso, los conciertos definen el carácter y el sonido de los discos. También nos hemos tomado nuestro descanso para ver las cosas con otra perspectiva. Queríamos coger algo de impulso.

Mäbu ha creado un estilo personal... ¿e inclasificable?

-Así es, y nos encanta. Aunque últimamente nos sintamos a gusto con la etiqueta de dream pop o pop onírico, hemos conseguido sonar muy a nosotros mismos. Sería un orgullo escuchar a un grupo emergente en 2030 al que hayamos influido, ya que no podemos decir que somos una banda que se haya subido al carro de la moda.

Que sea difícil catalogar al grupo no deja de ser un riesgo, ¿no?

-Fue una decisión muy consciente. Casi desde que empezamos a grabar el segundo disco, Detrás de las luces. Esas canciones podíamos haberlas llevado a terrenos más comunes, pero no habría sido tan divertido.

Se sienten cómos con el riesgo y la búsqueda, ¿verdad?

-Definen nuestra música y a nosotros como banda.

Hay más teclados en la primera parte del CD y guitarras en la segunda. ¿A qué responde?

-Sí hubo una intención de separar la escucha en dos partes: una más luminosa y otra algo más oscura. Aun así, nadie las distingue (risas). ¿’Indies’ por vocación, a pesar de tener poco que ver con León Benavente o Los Planetas?

-Tenemos más de indies de lo que la gente se piensa. Sobre todo en la gestión del proyecto. Aunque si hablamos de estilo musical es posible que la voz de María resulte demasiado luminosa para el underground, creemos que nuestro sonido es claramente independiente.

Siempre cantan ‘Espérame en el cielo’. ¿Está dedicada a su aita?

-¡Qué va, es la mítica canción que esta en el imaginario colectivo y siempre nos ha gustado eso de versionar canciones casi intocables! La que está escrita para mi padre es Bola de cristal.