Copenhague - El Nobel de Literatura de este año premió ayer “el arte de la memoria” de Patrick Modiano, uno de los escritores más reconocidos en la literatura francesa actual. La Academia Sueca destacó en su fallo que Modiano, de 69 años, ha evocado a través de una treintena de obras, la mayoría novelas, “los destinos humanos más inaprensibles” y ha descubierto el mundo de la ocupación alemana de Francia durante la II Guerra Mundial.

Su elección no fue una sorpresa, ya que aparecía bien situado en los pronósticos, aunque no era uno de los grandes favoritos entre los 210 nominados, condición que tenían otros autores, como el japonés Haruki Murakami, el keniano Ngugi wa Thiong’o, la argelina Assia Djebar y la bielorrusa Svetlana Alexijevich.

Sus obras se centran en temas como la memoria, el olvido, la identidad y la culpa, con la ciudad de París a menudo presente y con un toque autobiográfico o con la ocupación nazi de trasfondo, recurriendo a veces a entrevistas, artículos de prensa o notas propias recopiladas durante años. La Academia Sueca resaltó también la “afinidad” que muestran sus novelas entre sí, ejemplificada en la ampliación de episodios antiguos o en personajes que reaparecen. “Lo fantástico de él es que sus libros hablan unos con otros. Son como un eco, y eso hace su obra única. Es como el Marcel Proust de nuestra época”, dijo minutos después de leer el fallo el secretario permanente de la Academia Sueca, Peter Englund.

Con el Nobel, el escritor galo corona un palmarés sobresaliente, que ya incluía los galardones más prestigiosos de su país (Goncourt y el Gran Premio de novela).

Modiano es el undécimo escritor francés en recibir el premio, seis años después de Jean-Marie Gustave Le Clézio, y el décimo quinto en lengua francesa, la segunda literatura más laureada por detrás de la inglesa (27) y por delante de la alemana (13) y las letras hispanas (11).

escribir no es agradable Curiosamente, el escritor no se solaza en la escritura. “De la escritura me gusta más el sueño que el proceso. Escribir no es agradable, hay que materializar el sueño en un papel, y eso te obliga a salir del sueño”, ha dicho en alguna ocasión Modiano.

A sus 69 años, el autor de obras como Un pedigrí, La hierba de las noches o, más recientemente, la policiaca Para que no te pierdas en el barrio, ve consagrada con el Nobel una carrera que ha estado acompañada de un buen recibimiento por parte del público (no solo francés).

Modiano es un autor inusual, creador de un estilo propio, nacido de sus recuerdos, a menudo de una infancia infeliz y de un periodo, la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial, que no vivió en primera persona pero que adorna sus obras. Él afirma que en parte escribe para afrontar ese pasado, que lo hace de forma natural, como una terapia, poética, contra sus padres ausentes y su adolescencia solitaria, clandestina. “No escribo para hablar de mí ni para arreglar cuentas (...) Pero estuve marcado en mi infancia por una atmósfera, situaciones que me sirven para mis libros”, confesaba en una reciente entrevista con la revista francesa Télérama.

Nacido el 30 de julio de 1945 en Boulogne-Billancourt, en los arrabales acomodados del París donde su padre se había instalado junto a su madre (actriz de origen flamenco), Modiano estudió el bachillerato y, con 17 años, se lanzó a la literatura. El único oficio que se le conoce, que comenzó en 1968 con La place de l’Étoile (El lugar de la estrella), su primera novela, que dio paso a otro medio centenar de trabajos.

Ha recibido galardones como el de la Academia francesa, en 1972, por Les boulevards de ceinture (Los bulevares periféricos); el Goncourt en 1978 por Rue de boutiques obscures (Calle de las tiendas oscuras); y el Gran Premio de las Letras galas por el conjunto de su obra, en 1996.

Galardones que ha recibido siempre con pudor, ausente de la primera línea, con contadas entrevistas y sin promocionar sus libros, que, sin embargo, siempre se han vendido muy bien. Incómodo ante el público, ante el elogio -incluso rechazó entrar en la Academia francesa-, el Nobel saca a la luz su literatura original, misteriosa, plagada de personajes nacidos de su desbordante imaginación, que con frecuencia se reencuentran de una a otra novela.

Un universo propio, convertido en un clásico ya de la literatura gala, un lenguaje sobrio, preciso, que desgrana a mano, como para que los recuerdos en los que se basa lleguen mejor al papel y que corrige poco, según confiesa él mismo.

Aunque solo reconoce un par de obras autobiográficas, todas beben de sus recuerdos, rodeados siempre de misterio, entre lo que se desconoce y lo que se oculta, como si quisiera alumbrar un pasado del que no se siente orgulloso, quizá las relaciones que durante la ocupación nazi su padre mantuvo con la Gestapo.

Desde 1970 Modiano está casado con Dominique Zerhfuss, con quien tiene dos hijas.