Q UIEN visita Plentzia, repite. Su puerto, su ría, su playa y, especialmente, su casco antiguo, declarado Conjunto Monumental por el Gobierno Vasco, retrotraen a los visitantes a su pasado medieval y marinero, sobre todo sus torres, el Arco de Santiago o la Iglesia de Santa María Magdalena. Hay visitas guiadas(mañana y tarde) y un museo que conecta al turista con la historia de la villa.
Este fin de semana costará más pasear por las intrincadas calles de la villa, fundada en 1299, porque vive sus fiestas de El Carmen, pero son muchos cientos los visitantes que cada verano recibe atraídos por su hermosa ría, su bella playa (visitada por miles de bañistas y paseantes, y que permite la práctica de piragüismo, buceo o windsurf), su puerto, su icónica pasarela (levantada en 1992 después de que las riadas de 1984 dañaran el viejo puente) y su pintoresco casco antiguo.
Todo paseo por Plentzia rezuma historia, la de una villa volcada hacia la ría que, curiosamente, no tuvo como principal actividad económica la pesca, sino la navegación de cabotaje y la construcción naval. Y recorrer su tronco supone respirar su legado. Las visitas guiadas que se ofertan dos días a la semana desde la Oficina de Turismo, permiten al visitante apasionarse con un casco antiguo pintoresco, de origen medieval y que ha sido declarado como Conjunto Monumental por Lakua, que ha aprobado un plan de 16 millones de euros, para mejorar calles y edificios.
El casco de Plentzia combina “de manera brillante” la arquitectura popular marinera con construcciones más cultas y de tipo palaciego. Desde la Oficina de Turismo aseguran que “merece la pena perderse por sus estrechas calles y contemplar joyas como la iglesia de Santa María Magdalena, el edificio más importante de la villa y que destaca por su torre del siglo XVI”. Cualquier visita debe incluir también el antiguo ayuntamiento, construido en sillería y que alberga el Museo de Plazentia Butrón, donde se muestran elementos históricos de la villa.
El paso de los siglos ha reducido a la nada la antigua muralla defensiva de Plentzia. El único resto visible de aquella estructura es el Arco de Santiago. Y no menos admirable resulta la Casa Torre del linaje de Butrón, conocida como Torre Barri, que se caracteriza por el escudo labrado en piedra de su fachada. Para dormir, Plentzia ofrece las pensiones Uribe o Arrate, y la casa rural Larrakoetxea (ubicada sobre la bahía). Conviene hacer un alto para comer en Bar Zua Zua, Restaurantes Las Palmeras Kai-Eder, Atxiki o Bibi. Por su parte, el Hotel Kaian ofrece alojamiento y comida.