La actriz canadiense pidió ayer el cierre del parque Marineland, en la localidad francesa de Antibes. “La cautividad mata. Cerrad Marineland”, señaló Anderson, de 50 años, en el cartel que llevaba junto al parque y que tenía las siglas de la asociación Gente para el Tratamiento Ético de los Animales (PETA), de la que es miembro. Anderson, sex-symbol de los años noventa, se dedica a la militancia y el activismo en varias áreas, entre ellas los derechos de los animales. Marineland, en la Costa Azul, organiza espectáculos con delfines, leones marinos y tiburones y tiene en cautividad otras especies como osos polares.
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