HAY estudios científicos que aseguran que la pasión en una pareja dura dos años y el amor, cuatro. Pues el caso es que las fechas cuadran en el primer supuesto para Nicolas Sarkozy y Carla Bruni. La pareja contrajo matrimonio, casi por sorpresa, el 2 de febrero de 2008 y hoy, dos años y un mes después ya han surgido los primeros rumores que apuntan a presuntas infidelidades por ambas partes. Él, con la secretaria de Estado de Ecología y, a la sazón, ex karateca Chantal Jouanno, y la bella Bruni, con el cantante Benjamin Biolay, ex marido, a su vez, de la actriz Chiara Mastroiani.
¿Qué habrá de cierto o de bulo informativo en todo esto? Sólo el tiempo lo dirá. Pero desde que hicieron pública su relación, su apasionada relación, la pareja presidencial francesa ha hecho gala de una complicidad y un flirteo casi constantes. Desde las tiernas imágenes que sucedieron a su boda -como la que ilustra estas líneas, en la mañana después de su noche de bodas, desayunando-, hasta su paseo por Petra en la luna de miel o en sus constantes apariciones oficiales -su primer viaje oficial a Reino Unido estuvo plagado de miradas y roces casuales que delataban su pasión desbordada... claro que era sólo un par de meses después de su enlace-, Sarko y Carla han luchado contra viento y marea por su relación. O no.
Parece ser que Bruni no está muy contenta de la vida que lleva en El Elíseo, y eso que al principio, optó por no trasladarse al palacio presidencial para que su hijo Aurélien, nacido en 2001 fruto de su relación con Raphael Enthoven, no viviera demasiados cambios desestabilizantes de golpe. La cuestión es que ella no parece muy dispuesta a repetir otros cuatro años en el gobierno francés. "Como esposa, un mandato para Sarkozy sería suficiente", declaró cuando fue interrogada acerca de la posibilidad de que el presidente de la República optase a la reelección. Y ya se sabe que donde manda patrón...
Voces por escrito El primer diario en hacerse eco de la noticia de esa supuesta infidelidad mutua fue el Journal du Dimanche, en uno de los blogs de su web, al asegurar que la nueva pareja pasó hace unas semanas unas vacaciones en Tailandia y que el propio Sarkozy mandó un avión para que su esposa regresara antes de lo previsto. Aquella entrada en el blog ha sido desde entonces eliminada, debido al "carácter que atenta gravemente contra la vida privada" de los comentarios publicados.
"Es el cotilleo del momento y podría convertirse en la historia del año", decía el post eliminado, según recoge el británico Daily Telegraph. Hay bitácoras que apuntan a que la primera dama podría estar ya viviendo con el músico en el piso parisino de éste y que las reuniones de Sarko con la secretaria ecológica han subido varios grados el calentamiento global del planeta.
Sea como fuere, el final de una historia de amor siempre es duro, aunque las celebrities parece que tienen un corazón más curtido que el común de los mortales, porque la capacidad de recuperación después de un fracaso es bastante más rápida y suelen, enseguida, sustituir al amor de su vida por otro amor que vuelve a ser el de su vida, pero en esos momentos. Ces"t la vie!