bilbao - El ciclismo gusta y mucho en Bizkaia. Para prueba, un botón: los miles de aficionados que abarrotaron las rampas de El Vivero y las avenidas y calles de Bilbao el pasado jueves, cuando la Vuelta, procedente de Los Corrales de Buelna, finalizó en la villa. Los seguidores del deporte de las dos ruedas tampoco quisieron perder la oportunidad de dar su aliento a los ciclistas el pasado viernes, cuando la tercera grande del año se despidió de Bilbao para poner rumbo a Urdax. Ahora, la Diputación Foral de Bizkaia trabaja con la posibilidad de que la Vuelta regrese al Territorio Histórico en 2018, tal y como aseguró ayer la portavoz foral Elena Unzueta. El reencuentro de la ronda española con Bilbao en 2011, que coincidió con el histórico triunfo de Igor Antón en la Gran Vía, y la excepcional acogida de la pasada semana invitan al optimismo. “Vamos a trabajar para lograrlo porque es un evento internacional de importante magnitud que contribuye a dar a conocer más y mejor nuestro territorio en todo el mundo”, apuntó Unzueta.
Habrá que esperar como mínimo hasta 2018, quién sabe si para entonces con la participación de Euskadi Murias, que sigue peleando por dar un paso al frente y alcanzar la segunda categoría del ciclismo mundial, para que la afición vizcaina vuelva a vibrar con los ciclistas después de que el diputado general, Unai Rementeria, y el director de la Vuelta, Javier Guillén, acordaran el pasado jueves, coincidiendo con el final de etapa en Bilbao, sumar esfuerzos para hacer nuevamente realidad este hecho.
En este sentido, la portavoz foral insistió ayer en que “no hay que olvidar que las imágenes de la Vuelta llegan a 192 países. Es una oportunidad para que la afición vizcaina pueda ver de cerca a sus ídolos. Y sobre todo es una inversión que genera retornos económicos directos al territorio, fundamentalmente en los sectores hotelero y hostelero”.
distinto perfil Este nuevo final de etapa de la Vuelta, que apunta a 2018, variará casi con toda seguridad su recorrido, que tanto en 2011 como en la presente edición ha finalizado en Bilbao tras dos pasos previos por El Vivero. Las posibilidades orográficas que ofrece Bizkaia, con un sinfín de puertos, podrían animar a los organizadores de la carrera a buscar un final alternativo, más duro y decisivo para la clasificación general que el ya citado, si bien las fuentes consultadas por este medio tampoco descartan que la línea de meta vuelva a estar ubicada en la capital vizcaina.
Habrá que esperar aún varios meses para hacerse a la idea de las alternativas que barajan Guillén y sus compañeros de trabajo, pues entre otras cosas hay que estudiar por dónde llegará la Vuelta a Euskal Herria y en cuál de las tres semanas de competición se ubica dicha etapa. Buena parte de la decisión final recaerá en el criterio de Paco Giner y Fernando Escartín, los encargados de analizar cada palmo de terreno y los miles de kilómetros por los que transcurre la prueba en busca del mejor recorrido posible. Las subidas a Urkiola, Sollube, Montecalvo o La Arboleda seguro que no pasarán desapercibidas para los organizadores.
Si bien el regreso de la Vuelta apunta a 2018, todo hace indicar que habrá que esperar algo más para que el Tour pise suelo vizcaino. Tal y como apuntó el alcalde Juan Mari Aburto el pasado jueves, “hay un acuerdo de voluntades”. El primer edil se mostró “convencido” de que la ronda gala llegará a Bilbao en 2019 o 2020. Lo que está claro es que a Bizkaia le va la Vuelta, pero también el Tour, cómo no. En definitiva, el ciclismo es bienvenido por estos lares, nostálgicos de un equipo como Euskaltel Euskadi.