bilbao - Lloró John Degenkolb, un hombre a un Monumento pegado, en la Milán-San Remo para celebrar su triunfo en la Vía Roma. Gritó, incrédulo, emocionado en la París-Roubaix -segundo en la pasada edición- en su efusivo festejo sobre el velódromo que recibe a los héroes que se enfrentan al Infierno del Norte, el sobrenombre que alguien con criterio rotuló a la París-Roubaix. El averno lo convirtió en edén el forzudo alemán, un ciclista cada vez más grande, tanto que emuló al impresionante Sean Kelly, aquel maravilloso corredor que empapelaba los sueños del pequeño Degenkolb (Giant). “Es la carrera que siempre he soñado ganar”, decía el alemán mientras se aseaba la alegría, se limpiaba el polvo del camino y saboreaba el tinte de los adoquines. Degenkolb, una roca, ganó una piedra, el icono de la carrera, una prueba que Degenkolb idolatra.

Su otro ídolo es Sean Kelly. Después de la exhibición de ayer ambos tienen algo de lo que hablar. Deseaba el esprinter, categoría que le queda corta a estas alturas, ser el irlandés, al que apellidaron el Rey de la Clásicas. Con motivo. Nueve Monumentos coleccionó el tremendo Sean Kelly, un excelente francotirador. Degenkolb acumula dos. El segundo lo cazó ayer en un París-Roubaix sin jerarcas, deslocalizados Cancellara y Boonen los alcaldes de los adoquines. Entre piedras se apartó del ciclismo en ruta Bradley Wiggins (Sky), que se centrará en la pista, su origen, para ser campeón olímpico en 2016 en Río de Janeiro. Wiggins se ofreció sin reservar al empedrado -27 tramos de pavés repartidos en 54 kilómetros- y las corrientes de la carrera, saltarina porque no había quien pusiera un bozal a la jauría de lobos. El inglés, como Kristoff (Katusha), no pudo enlazar con los siete corredores que accedieron al último kilómetro. En el velódromo de Roubaix, Van Avermaet (BMC) fue el primero en pedir cita. En vano. No había sitio para él. Tampoco para Stybar (Etixx), Boom (Astana) o Elmiger (IAM), sentenciados por el alemán. La gloria, ese trozo de piedra, el adoquín, llevaba grabado el nombre de Degenkolb, el hombre que quiere ser Kelly.

1. John Degenkolb (Giant) 5h.49:51

2. Zdenek Stybar (Etixx) m.t.

3. Greg Van Avermaet (BMC) m.t.

4. Lars Boom (Astana) m.t.

5. Martin Elmiger (IAM) m.t.