Como esta temporada en el Movistar estrenábamos material -bicicletas y buzos- necesitábamos testarlo todo con cada corredor significativo. El lugar idóneo es la sede de la escudería de F- 1 Mercedes Petronas, que cuenta con dos túneles del viento, uno de ellos específico para ciclismo. Lo tienen como si fuese una concesión a una empresa que se llama Drag2Zero, que traducido significa llevar a cero la fuerza de arrastre. Las conclusiones fueron muy positivas. Teníamos bastante experiencia con otros túneles del viento y nos pareció un método muy potente, llevado con sentido común y de mucha aplicabilidad. En otros te proponen posiciones que sí, son más aerodinámicas y los datos las avalan, pero luego no se pueden llevar al terreno. Son posiciones de contorsionismo. Más aero, pero menos confortables y, por tanto, insostenibles. Lo que teóricamente ganas con la aerodinámica lo puedes perder en potencia porque el motor del ciclista no puede rendir en esa posición. Tiene que haber un equilibrio entre lo aero y el confort. En ese punto medio es donde el ciclista da su mejor rendimiento. El primer ajuste para todos los corredores venía impuesto por el cambio de bicicleta, de Pinarello a Cannyon, que tiene una bici de crono muy trabajada en la que han metido muchas horas de diseño, de test, de túnel del viento, de geometría... Es una bicicleta con formas más aerodinámicas. En el túnel del viento testamos diferentes posiciones como altura de manillar, anchura de los apoyos de los codos, extensión de las manos y su angulación respecto a los codos... También el retroceso del sillín, que con la nueva reglamentación te permite llevarlo a 0 con respecto al eje del pedalier, justo vertical sobre él, siempre y cuando desde ese punto hasta la parte más distal del manillar haya como máximo 75 centímetros. Antes, los corredores más pequeños como Nairo Quintana tenían que llevar el retroceso a 5, lo que les perjudicaba porque no llevaban los huesos de los isquiones bien apoyados en el sillín y no iban cómodos. Intxausti tenía ya una buena postura y viene trabajando muy bien dentro y fuera de la bici con ejercicios para de estabilidad lumbo-pélbica. Beñat es un buen contrarrelojista y tiene motor para ello, pero arrastraba un pequeño problema postural que le hacía perder eficiencia a partir de mitad de carrera. En las etapas en línea no tenía incidencia significativa, pero cuando pones al cuerpo en una posición muy comprometida y a tope desde salida, se nota. Tras la crono larga del pasado Giro se dio cuenta de que tenía que trabajar ese aspecto. Y lo ha hecho. En la medida que se vaya normalizando y paliando ese problema postural se tiene que ver reflejado en los resultados, aunque no sea de hoy para mañana. Es cierto que lo del túnel del viento no es nuevo, pero su uso ahora es diferente. La incidencia de la aerodinámica en un Fórmula 1 es impresionante. Supone medio coche. Una bicicleta no corre como un bólido y la incidencia de la aerodinámica no es tan abrumadora. Pero a partir de cierta velocidad, 40 o 45 kilómetros por hora, su importancia es vital. Por tanto, trabajar ese aspecto es necesario, aunque hay que hacerlo con sentido común. Por ahora, nuestro trabajo parece que da resultado. Malori ganó la crono de la Tirreno ante los mejores especialistas y Nairo, sin ser su terreno, le sacó cinco segundos a Contador. Intxausti, por su parte, tiene un buen test en la crono de esta Vuelta al País Vasco.