Bilbao. Le quedaba a Pello Bilbao (Gernika, 1990) la espina clavada tras su segundo puesto en la Subida a Gorla. Los jueces de la prestigiosa prueba, celebrada hace dos meses, decidieron nombrar vencedor a Jesús Herrada, el ciclista del Caja Rural que se jugó a golpe de riñón la victoria de la carrera con Pello. Una decisión necesitada de fotofinish, tecnología no disponible en esta categoría. Una decisión que tuvo su réplica, su reclamación. Sin resultados. Desde entonces la rabia se ha apoderado de Pello, ciclista ya de por sí talentoso cuando la carretera pica hacia arriba. Ansia por ganar. Tras su brillante actuación en la Vuelta al Bidasoa (séptimo) la carretera volvió a ser justa con Pello, que volvía a relucir sonrisa con los brazos en alto en Natxitua, a pocos kilómetros de casa.

Cumplida la primera parte de la temporada, ¿qué valoración hace de lo obtenido hasta ahora?

De momento creo que tengo que estar contento con los resultados. Es verdad que hasta el domingo se me ha hecho muy largo el tiempo que llevaba sin ganar. Aunque los resultados no han sido todo lo buenos que quisiera, me he sentido a gusto desde el principio de temporada, disputando la mayoría de las carreras que he corrido y, sobre todo, muy regular. Espero poder mantenerme en está línea.

Con la victoria del domingo en Natxitua se sentiría bastante liberado.

La verdad es que sí. Más aún después de todo lo que pasó en Gorla. Tenía muchas ganas de ganar y subir al podio en alguna carrera. Desde Gorla, se me había quedado una espinita clavada. Por suerte el domingo conseguí sacármela.

¿Qué le supuso la decisión de los jueces en la Subida a Gorla?

Fue un mal trago. Poder andar bien en una carrera tan importante y de tanto nivel como la Subida a Gorla y quedarte con la miel en los labios por una decisión así es muy duro. Al principio el equipo reclamó, pero cuando vimos que no iban a cambiar de opinión, decidimos no insistir y dejarlo como estaba. Haber pasado ese mal trago también me ha dado un punto de rabia. Tenía todavía más ganas que antes de ganar. Al final esa rabia es también la que me ha permitido mantenerme competitivo en las últimas carreras.

Los resultados corroboran ese punto de forma. Ha estado disputando cada prueba en la que ha participado.

Yo generalmente siempre he sido un corredor muy regular. Intento disputar todas las carreras que corro. Si bien, es verdad que me falta rematar y que me cuesta mucho ganar. Este año, desde el principio me he mantenido en la pomada y creo que puedo aguantar un poco más con esta forma.

Habla de la regularidad como una de sus características, pero ¿cómo se describiría como ciclista?

Sobre todo me veo con facilidad para escalar. Por lo demás, todavía me quedar ir probando, porque no he corrido demasiadas pruebas contrarreloj y tampoco he participado en vueltas largas.

¿Cuáles son las próximas citas en su calendario?

De momento este fin de semana correremos las dos pruebas del Lehendakari Txapelketa, y luego seguiremos con el calendario de pruebas, tanto del Lehendakari, como del Torneo Sub"23 y Élite. Normalmente suelo correr las dos del fin de semana. Además, estamos a la espera de saber si al final se organiza la Bira.

En caso de celebrarse la Bira, quedaría bastante próxima en el calendario. ¿Se ve aguantando el punto de forma hasta entonces?

Espero que sí. Tengo muchas ganas de que se organice. El año pasado no pude disputarla por culpa de los estudios, ya que estaba en plenos exámenes y me quedé con las ganas. Este año, en caso de celebrarse y poder ir, iré a disputarla, sin duda.

¿Cómo espera que discurra el resto del año? ¿Tiene pensado parar y descansar con la miras puestas en la segunda parte de la temporada?

Tenía planificado levantar un poco el pie durante estas tres próximas semanas, que me coinciden con los exámenes y los trabajos de la universidad. Pero me da un poco de pena parar con este punto de forma. Así que intentaré mantener la forma lo máximo posible y luego cuando vea que he llegado a mi tope y me vea más justo, entonces bajaré la intensidad de los entrenamientos.

Obtuvo dos triunfos el año pasado, en Antzuola y Larrabetzu. Este año ya ha estrenado el casillero de victorias, además de obtener otros buenos resultados. ¿En qué ha cambiado Pello Bilbao de un año a otro?

Sinceramente, la preparación sigue siendo la misma. Puede que este año haya acumulado unos cuantos kilómetros más a estas alturas de la temporada. En cuanto a la forma de correr, es verdad que me veo con bastante más soltura que el año pasado. Sobre todo rodando dentro del pelotón. También me veo más atento en carrera, así como a la hora de colocarme y tomar decisiones importantes.

¿Por qué se decantó por el ciclismo?

La afición por el ciclismo me viene de la cuadrilla, donde teníamos cinco ciclistas. Por entonces yo todavía jugaba al fútbol, aunque no mostraba demasiado interés. Mis amigos, por su parte, siempre me andaban convenciendo para que me pasara a la bici. Luego cuando empecé en la Gernikesa teníamos muy buen ambiente y me animé a seguir más años. De los amigos que empezamos sólo quedamos dos compitiendo. El otro es Aitor Díaz, del Opel-Ibaigane.

¿Se ve mentalizado para algún día dar el salto a profesionales?

Ahora mismo no pienso mucho en ello. De momento prefiero centrarme en los estudios y compaginarlo con los entrenamientos lo mejor que pueda. Aunque sí que me gustaría probar algún día.