En Corea del Sur todavía es tabú vivir solo, porque se te crea una imagen (negativa) de solitario, pese a que uno de cada cuatro surcoreanos vive solo. Y lo mismo pasa con comer solo. Quizá por eso, para acompañar a esas personas, nació el mukbang, una moda que arrancó en 2010mukbang y que hoy atrae a millones de personas, porque mezcla dos realidades importantísimas en el país asiático: la cultura culinaria y la extendidísima banda ancha con la que cuentan.

¿Qué es el mukbang? El término es la combinación de dos palabras: comida (mukda) y televisado (bangsong). Y es que se trata de eso, de retransmitir cómo come uno delante de la cámara mientras cuenta historias y los espectadores pueden comentar. Pero la cosa se ha ido poco a poco exagerando y ahora los youtubers que se dedican a esto comen cantidades industriales, y ahí está la gracia.

Y aunque por aquí la idea pueda parecer extraña, más parecida a los concursos de comer perritos calientes hasta reventar en Wisconsin, en Corea del Sur arrasa, y hay mukbangers, influencers de la comida, que atraen a millones de espectadores y suscriptores (las mujeres tienen habitualmente más éxito) en un espectáculo que ya ha dado el salto a Estados Unidos.

Pero hay diferencias de concepto entre ambos países. Mientras en Corea del Sur el interés se centra en el entretenimiento y en el hacer compañía, en Estados Unidos buscan más la competición o la gestión de trastornos alimentarios. En cualquier caso ya hay mucos mukbangers que ganan miles de euros por esta actividad, ya sea con donaciones de los espectadores como por jugosos patrocinios y actos publicitarios.

Por supuesto, los atracones de comida no parecen demasiado sanos y ahí surge la controversia. Están quienes defienden la libertad para publicar y ver los vídeos que uno quiera y quienes, como la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) alerta de que la tasa de obesidad en Corea del Sur puede duplicarse en el año 2030.

Entretenimiento versus salud

Por ello, incluso el Gobierno del país asiático se ha visto obligado a intervenir, y ya en 2018 anunció un plan para vigilar la alimentación compulsiva en los medios de comunicación y desarrollar pautas para mejorar los hábitos con la comida.