Adelantándose al alba y tras el ocaso del sol
CECOBI celebra una gala que une la tradición del comercio de Bizkaia con el impulso de las nuevas generaciones
En esa urdimbre de callejas, los comercios se cuentan como memorias vivas: aquel zapatero que todavía huele a cuero y aceite, aquella tienda de mantas, aquel café que vende desayunos y sueños. Ayer una luz especial se posó sobre ese mundo cotidiano: la Confederación Empresarial de Comercio de Bizkaia –CECOBI– que preside María López Negrete, celebró una gala en Euskalduna Bilbao, un aplauso para los que abren puertas antes del alba y cierran cuando baja el sol.
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En las cuentas que hace el jurado se analizaron iniciativas con trayectorias consolidadas y propuestas que apuestan por la innovación y por el talento joven al frente de nuevos modelos de negocio. Además de cinco premios comarcales, se entregaron cuatro reconocimientos principales: Made in Bizkaia a Enegertu, por el trabajo de Nagore de la Torre en joyería y textil personalizado, galardón que entregaron la diputada general Elixabete Etxanobe y el vicepresidente de Cecobi, Mikel Gómez; el reconocimiento a la Innovación para pastelería Patxes, con Alejandro Pacheco, Ezra Pacheco y Aitana Larrinaga, recogiendo el galardón en el ámbito de la alimentación de la mano del expresidente de Cecobi, Pedro Campo y el periodista de Onda Vasca, Txema Gutiérrez; la mención al Relevo Generacional que fue a parar a Librería Cámara, que cumple 104 años y ha sabido adaptarse a los cambios de hábitos de lectores, como bien saben Javier Cámara y su madre, María del Carmen Tobalina, quienes se llevaron el laurel impuesto por José Miguel Lanzagorta y Amaia Ruiz, y el reconocimiento a la trayectoria empresarial que se llevó Mosel, tienda de referencia en Bilbao que defiende un modelo de producto de calidad y diseño desde hace 50 años. Elena Álvarez de Arcaya recogió los parabienes de manos del consejero Javier Hurtado y la propia presidenta de Cecobi, María López Negrete.
Sepan quienes pasean por la alameda de esta crónica que hubo, como les dije, cinco premios comarcales. Así, Javier Barredo, de la joyería Presa de Barakaldo (Ezkerraldea y Arratia-Nerbioi) recogió la distinción de manos de la alcaldesa de Barakaldo, Amaia del Campo y de Alberto Ruiz; Jaime Melet y Gotzone Eguskiza, de la librería-juguetería educativa Cerebrito Pérez, de Getxo (Uribe Kosta) hicieron lo propio de manos de la alcaldesa de Getxo, Amaia Agirre, y Cristina Delgado; Modas María Ángeles, del Valle de Trapaga (Enkarterri Meatzaldea) en cuyo nombre acudió María Ángeles Zubizarreta para hacerse con la distinción que le hizo entrega el alcalde del Valle de Trapaga, Miguel Ángel Gómez Viar y Txomin Telletxea; pastelería Bidaguren, de Gernika (Busturialdea, Lea Artibaia y Durangaldea), con Imanol Bidaguren al frente de quienes recibieron premio de manos de Iñaki Gorroño y Javier Losada, y N&G Cocinas de Txurdinaga (Gran Bilbao), de Nuria Martínez y Germán Martínez, honrados con la presencia de la concejala Kontxi Claver y Arantxa Prieto.
Todo ello sucedió en una ceremonia presentada por Xabier García Ramsden por la que pasaron, además de los citados, Ainara Basurko, Idoia Gutiérrez, emisaria de DEIA, Fran Aspiazu, Ángela Fernández, Guillermo Buces, Marta Fernández, secretaria general de Cecobi, el presidente de la Cámara de comercio, José Ignacio Zudaire, Alberto Ruiz, Saul Nebredo, Juanma Bilbao, de Kutxabank, Javier Garcinuño, Susana Alaguero, Janire Torvisco, Luis Arbiol, Julia Diéguez, Julián Gómez, Xabier Martín, Toribio Martín, Begoña Martínez, Rafa Gardeazabal, de BilbaoDendak; Jorge Aio, Cristina Maruri, Aranzazu Gutiérrez y gente que aplaudió la vitrina que abre a las nueve, la conversación al comprar, la sonrisa al pagar. Un aplauso para el comercio que mide sus ganancias no solo en euros, sino en salud de barrio, en memoria viva, en comunidad.
